Al hombre que me ayudo.

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Me serví agua y dejé que su voz me aliviara y distrajera. A pesar de que ella quería lucir molesta, se le paso después de unas cuantas frases. Cuando paro lo suficiente y tomo un respiro su mirada fue hasta la caja.

—¿Qué tienes ahí?

—Nada importante.

Ignoro mis palabras y decidió levantarse yendo directo a la caja para inspeccionarla.

—¿Por qué te hicieron cargar eso? Te puedes marear y caer.

Apoye la barbilla en mi mano mientras me recargaba en la mesa y oculte la sonrisa al ver su preocupación.

—El doctor dijo que los dolores de cabeza pasarían. Así que tranquila, puedo cargar esto sin desmayarme.

—Confiare en tu palabra mujer maravilla— ella siguió moviendo las cosas dentro de la caja y saco una imagen donde salíamos ambas, seguida de una junto a Max donde los dos estábamos posando con el uniforme militar—. ¿Te dijeron a qué hora vendrán?

Me volví hacia Harriet olvidando la sonrisa. Ella ya había apagado uno de los fuegos, pero seguía completamente concentrada.

—Harriet será mejor que sea solo para nosotras tres.

Sus ojos fueron de Phoebe a mí y limpio sus manos antes de centrarse completamente en mí.

—Esto casi esta y es para seis personas.

Lo que estuviera cocinando, olía genial. Pero estaba segura que no podría comer mucho, mi apetito desapareció desde que entre en esas oficinas y aunque el olor me tentaba no lo hacía lo suficiente para devorarme lo de tres personas más.

Sabía porque Harriet había cocinado el doble, era de conocimiento público que cuando Jay y Max me visitaban debía doblar porciones. Lamentablemente no creía que tuviera que hacer eso en un tiempo cercano.

—¿Por qué no vendrán? —Phoebe parecía genuinamente sorprendida y no tenía más salida que contarle todo.

—Vamos arriba —Me levante y camine hasta la caja tomándola de sus manos—. Y me puedes ayudar a arreglar esto... podría desfallecer sin tu supervisión—necesitaba desesperadamente quitarle seriedad a este asunto.

Rodo los ojos y me siguió al cuarto.

—¿Segura que no deberías ir a ver a otro doctor?

—Segura. Recuerda que le tengo un repele a los doctores.

Ella me ignoraría aunque le dijera mil veces que estaba bien. Así que era mejor ir por otro tema.

—Me sacaron del FBI... temporalmente.

—¿Te corrieron? —sus ojos fueron nuevamente a la caja y el entendimiento se reflejó.

—Es temporal... creo.

Estiro su mano en consuelo y yo la acepte, el apretón fue agradable y me hizo recordar a Chris.

—¿Te tuvo que despedir Jay?

Ella no pregunto el por qué, a pesar de que le estaba carcomiendo la duda. Agradecía que no buscara presionarme... había muchas cosas que no podía contarle.

—No, pero se enteró de algunas cosas. Está enojado y Max también... creo que tú también deberías de estarlo —espere que me soltara, no lo hizo—. Todo el tema del secuestro y el que tú estuvieras en peligro, fue mi culpa. No seguí las órdenes.

—¿Tu cuando has seguido ordenes?

No me iba a reprochar ni siquiera por ponerla en peligro, mis ojos ardían. Ella lo noto y se sentó a mi lado, me rodeo con su brazo y yo solo la deje mientras el silencio apaciguaba la tormenta en mi cabeza.

—Aparte mandaste al hombre que me ayudo, te preocupaste Ais y sé que me salvaste.

Eso capto mi atención y me senté recta y alerta.

—¿Qué hombre?

—No me dijo su nombre —al ver mi precaución, este sentimiento se reflejó también en ella—. ¿No lo enviaste tú?

No me entretuve en explicarle, necesitaba confirmar mis sospechas.

—¿Cómo se veía?

No tardó en responder al verme en alerta.

—Era de mi altura, yo llevaba tacones... ¿Quizá 1.80? —No la interrumpí, quería cualquier detalle aunque pareciera sin importancia—. Cabello negro un poco cortó, creo que sus ojos eran marrón. Llevaba una camisa verde y tenía un tatuaje en la mano. El hombre con el que chocaste ¿Lo recuerdas?

En su momento no le preste la suficiente atención a su ropa, pero escarbe en mi memoria y todo encajaba, del tatuaje no estaba segura. Ya que la adrenalina junto a los tragos no me habían dejado inspeccionarlo bien.

—¿Qué te dijo?

Mis nervios me instaban a levantarme de la cama y caminar por el cuarto, pero me detuve. Sabía que Phoebe era receptiva y no quería ponerla más nerviosa de lo que ya estaba y que se le fuera algún dato importante, por mi impaciencia.

—Después de que me dijiste que saldrías, Nathan empezó a decir que se sentía mal así que lo acompañe al baño. Me pidió que lo esperara en el pasillo y le preste mi teléfono. Puso el pretexto de que su teléfono se descargó y que quería encontrar a su amigo, yo le creí. Cuando me dejo sola, vino él diciendo que era tu amigo. Él me saco del lugar y al escuchar las sirenas me llevo con los policías. Se mantuvo cerca hasta que Max me encontró. Intente decirle a Jay quien me había ayudado, pero él desapareció. Intentaron encontrarlo porque lo creían sospechoso.

—¿Lo encontraron?

—No. Y pensé realmente que era tu amigo, me ayudo a llegar segura con la policía.

Esto cada vez era más raro, cuando me hablo en el club no pude evitar desconfiar de él y de sus palabras. Ahora viéndolo fríamente y luego de lo que dijo Phoebe, eso se sentía más como una advertencia, no como amenaza. Él la saco, estaba segura de que si no lo hubiera hecho el Diablo la habría secuestrado también y no tenía idea de si habría sido tan benevolente con ella cerca. Después de todo habían matado a uno de sus amigos, nada lo detenía de hacerme lo mismo.

—¿No te dio ningún número? No viste algo que me ayude a encontrarlo.

Phoebe negó.

—No creo que sea malo, me ayudo.

—Lo sé, solo quiero encontrarlo para aclarar cómo se enteró de todo y porque nos ayudó.

—¿Nathan y Harrison trabajan con el Diablo?

—Si —me levante y camine hasta la puerta y de regreso—. No deberías saber esto Phoebe.

—Escuche a Jay.

Pase una mano por mi cara y talle mis ojos, el cansancio cada vez era peor.

—Por favor no preguntes nada más y no le digas a nadie esto. No quiero atraer cualquier mierda.

—¿Seguirás tu propio consejo?

El cuestionamiento sincero me hizo soltar un suspiro y me recargue en uno de los muebles mientras me encogía de hombros.

—Lo intentare... no quiero que Jay se moleste más.


Segundo capitulo del maratón en unas horas les subo los siguientes amixx

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Segundo capitulo del maratón en unas horas les subo los siguientes amixx. Ayudenme con sus votos las tkm

La Amante Del DiabloWhere stories live. Discover now