𝕮𝖍𝖆𝖕𝖙𝖊𝖗 𝕿𝖍𝖗𝖊𝖊

82 11 0
                                    

࣪ ˖ ∿ 𑁍 ˓ ⊹ ָ࣪ ˓˓𝔖𝔬𝔯𝔭𝔯𝔢𝔰𝔞 𝔡𝔲𝔩𝔠𝔢𝔰 𝔡𝔦𝔢𝔠𝔦𝔰𝔢𝔦𝔰࣪ ˖ ∿ 𑁍 ˓ ⊹ ָ࣪ ˓˓

No me sentí mayor cuando desperté la mañana del miércoles. Yeji estaba fuera en nuestro pequeño balcón con su café y su periódico. Ella lo abrió con atención, y su cara se iluminó cuando me vio.

Algo neblinoso flotaba a su lado como un fantasma. Presioné mis dedos contra mis ojos, pero cuando los quité eso todavía estaba ahí. Era casi del mismo tamaño que ella, tal vez más larga, como una difusa sombra blanca. ¿Había desarrollado otra visión? Por favor, no. Había aprendido a temer la adquisición de nuevas habilidades, como el impactante horror de humo de una milla de distancia, cada una venía con alguna fresca desventaja.

—¡Feliz cumpleaños! —dijo Yeji, parada y dándome un gran abrazo, luego ahuecando mi cara y mirando a mis ojos—. ¿Te sientes bien?

—Um... —mis ojos se deslizaban a la cosa-nube, que se movía a su alrededor, nunca cambiando su apariencia general.

—¿Qué está mal? —Miró abajo hacia su hombro, hacia donde estaba mi mirada, y limpió a lo largo de su brazo, justo junto a la nube—. Por favor no me digas que tengo caspa. —Corrió una mano a través de sus ondas, llevando su cabello hacia un lado para darle una mirada.

—No, tú no. Nada está mal. Lo siento. Todavía estoy cansado, sólo ando en las nubes.

Ella me abrazó de nuevo, besando mi cabeza.

—¡No puedo creer que mi pequeño bebé tenga dieciséis! Hay una carta de Nana en la mesa. Déjame ir a hacer tu chocolate caliente. —La cosa sombra flotó junto a ella, siguiéndola al apartamento como si estuvieran enlazadas.

Me senté en una silla de plástico, sintiendo inquietud, mientras Yeji me hacia mi cacao. La mayoría de las mañanas eran relajantes, tomando bebidas calientes en el balcón, pero no hoy. La combinación de aire húmedo de la mañana y la extraña visión me hacían sentir claustrofóbico.

No podía creer que estaba viendo algo más. Nada extraño me había pasado por más de dos años. Pensé que se había terminado. Cerré mis ojos y recosté mi frente en la mesa. ¿Nunca terminaría?

Me senté derecho cuando entró Yeji, poniendo mi cacao frente a mí se sentó en otra silla de plástico con su café. Le di otro vistazo a la nube cuando ella no estaba mirando.

—¿Estás seguro que estás bien? —preguntó.

Tiempo de actuar normal. Aclaré mi garganta.

—Sí. Así que hay una fiesta la próxima semana por el fin del año escolar. Me estaba preguntando si tal vez pudiera ir con Jay, si eso está bien — pensé en Scott y deseé que ella me dijera que sí.

Yeji olisqueó y torció la nariz.

—¿Los padres de esta persona estarán ahí? —preguntó ella en un tono firme. —¿Lo estarían?

—No lo sé.

—Bueno, necesito hablar con ellos primero. Si es sólo una pequeña reunión con supervisión paterna, entonces lo consideraré.

Rayos. Yeji hacía parecer como si fuera propenso a tener un mal comportamiento o algo así. No entendía por qué no podía confiar en mí. Debí haber estado haciendo pucheros, porque dejó el periódico y me dio una palmadita de consuelo en el brazo.

—¿Todavía quieres ir a conseguir tu licencia después de la escuela hoy, cariño?

—Sí —respondí. Porque eso era lo que una adolescente normal hacía. Y me gustaría aparentar normalidad, aunque mataba.

𝖘𝖜𝖊𝖊𝖙 𝖊𝖛𝖎𝖑  ; ᵏᵒᵒᵏᵍⁱWhere stories live. Discover now