Capítulo 37. Verdades ocultas

2.7K 173 8
                                    

NARRA HERMIONE

Nos encontramos en la pequeña sala de la madriguera, Draco y yo estábamos sentados en un sofá doble frente a mis padres que estaban parados frente a nosotros, mi padre parecía muy molesto tenía los brazos cruzados y el ceño fruncido, mi madre lo veía divertida y me sonreía de vez en cuando

– ¿entonces tu eres Malfoy? – preguntó mi padre con voz fría

–si señor – respondió Draco con voz segura

– ¿el mismo Malfoy que ha insultado a mi hija por siete años? - preguntó mi padre está ves dirigiéndose a mi, puede sentir como Draco se tensaba a mi lado

–si... Si – respondío viéndolo a los ojos –Estoy arrepentido de eso – dijo Draco algo apenado – no sabía qué clase de chica era su hija, tenía que odiarla por principio.

–Por ser hija de personas no mágicas – afirmó mi padre

–Cariño – le regañó mi madre

–es la verdad, Jean, este joven a insultado a nuestra pequeña por no ser hija de magos – dijo mi padre ofendido

–Fue lo que me enseñaron mis padres – dijo Draco a quien unas leves marcas rojas le habían aparecido en las mejillas

– ¿y pretendes que aceptemos tu relación con Hermi...? 

–La aceptamos – interrumpió mi madre

–pero Jane

–pero nada, este chico ama a nuestra pequeña y ella lo acepta

–yo haré feliz a Hermione, a eso dedicaré mi vida – Draco se puso de pie y se acercó a mi padre - le pido que se de la oportunidad de comprobarlo – le tendió una mano y mi padre dudo en tomarla pero al fin lo hizo

–Conozco un par de magos que acabarían contigo si no lo haces – dijo mi padre mientras me sonreía

–Potter ya me tiene advertido – dijo Draco con una sonrisa

Volvimos a la boda de mis mejores amigos y nos dedicamos a festejar la felicidad de Harry y Ginny... Draco en ningún momento se separó de mi, a pesar de lo extraño que nos veían algunos de los invitados nosotros disfrutamos de la fiesta, hasta que todo terminó y él y Maris tuvieron que marcharse.

Cómo era obvio Harry y Ginny se fueron de luna de miel esa misma noche por lo que Luna muy amablemente se quedó a acompañarme.

Me encontraba sentada en un sofá en la habitación de Ginny, mientras me deshacía el peinado, cuando mi madre entró a la habitación seguida de mi padre, ambos parecían muy preocupados y se sentaron en la cama de Ginny sin decir nada, me les quede viendo unos segundos y ellos me sonrieron tímidos

–Hija tenemos que hablar – mi padre fue el primero en hablar después de un momento de silencio

–Si claro – dije algo confundida

– ¿recuerdas que te hable a cerca del parque de los sentimientos? – preguntó mi madre, entonces lo recordé desde que ellos habían llegado aquí quería hablar con ella a cerca de eso pero con los preparativos de la boda lo olvidé.

–si ¿cómo es que lo conocen? – mi madre se quedó en silencio y bajó la mirada mientras mi padre movía los dedos nervioso

– Todo comenzó cuando conocí a tu padre hace 20 años – comenzó mi madre en un susurro – lo conocí en Londres mientras salía de la universidad de odontología, me dirigía hacia un restaurante cerca de la universidad y lo vi, sentado en una mesa frente a mi... Para ser un chico de 19 años era muy extraño, no se vestía como los demás chicos que conocía... Pero aun así había algo que me atraía de el, se acercó a mi mesa y comenzamos a conversar, era un chico muy extraño y me dijo que era extranjero que vivía en un país muy lejano pero cuando le pregunté de cual no supo responder - mi madre veía a mi padre con añoranza yo jamás había preguntado cómo se conocieron y me encantaba la idea de conocer la historia ahora

No todo lo que brilla es oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora