Capítulo 29: Trébol de tres hojas

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I

El café a utilizar debe ser molido fino, y no puede ser instantáneo. Debe ser hecho en cafetera italiana. Si se desea, se puede endulzar con azúcar. Es importante que la taza sea blanca por dentro. Preferentemente de boca ancha y paredes rectas. No debe reinterpretarse lo que fue observado en un principio. Si una fecha se puede ver nítida indica que es agradable, si se ve difusa puede no serlo. Las imágenes en el fondo representan el pasado, en las paredes el presente y en el borde el futuro. Esas y un montón de reglas más estuvo contándome Ángela durante casi media hora sin parar, y no es como si fuera aburrido, es solo que ella siempre quiso que alguien siguiera sus pasos y creo que espera que yo le cumpla el sueño, cuando realmente no estoy interesada en desarrollar otro don siendo que ya se me hace mucho con el único que tengo.

También me explicó que si la persona no tiene facilidad o destreza para identificar las formas en el residuo del café, se sugiere practicar contemplando las nubes. La peculiar pareidolia de la infancia.

Es bueno señalar que dos personas pueden no ver la misma figura en el cielo, uno cree ver una oveja y otro un oso. Cada uno lo percibe de distinta manera debido a que es algo subjetivo. Y es por eso que si se configura una palabra incomprensible para el que está leyendo la bebida, es necesario que el receptor aporte información que dé luz a lo que se muestra.

Y actualmente, no estoy muy segura de contarle a ella al respecto, podría tener un ataque de nervios y llevar todo al extremo. Así que hoy decido que tal vez sea mejor que me informe todo lo que pueda descubrir por su propia cuenta.

No es lo ideal, pero es lo que hay.

—Pues bueno, de entrada puedo reconocer ciertos símbolos llamativos —señala Ángela un tanto entusiasmada por la idea.

—Ah, ¿sí? —yo reacciono tratando de no dar indicios de ningún enredo precedente.

—Definitivamente. La abeja en el centro de la base manifiesta que hace poco experimentaste una etapa de suerte, donde tu dedicación y esfuerzo dieron frutos y lo pudiste vivenciar. Dificultades que fueron superadas. No obstante, a la par del tierno animal, unos dados me dan a entender que la fortuna no va a durar por mucho si es que ya no ha empezado a tambalear. Es necesario que te detengas a pensar y te prepares porque está a punto de tener lugar una acción. Sin embargo, con la ardilla a la izquierda siento cierta indecisión de tu parte y justamente eso no es provechoso —su dedo anular todavía se encuentra en el aire remarcando la silueta mientras que me mira con sus labios en una línea—. A medida que nos movemos hacia la actualidad hay una cruz, que nos muestra cómo la inseguridad previa se intensifica hasta dejarte al límite de una decisión trascendental en la que no te debes dejar influir por factores externos ya que alguien que no te aprecia tratará de sacar ventaja de tu elección —toma una pausa—. A pesar de esto, pronto lo descifrarás, el espiral de arriba me da pruebas de ello, llegará información que te despejará. Pero eso no quiere decir que los infortunios saldrán de tu camino. Una gran piedra o un ajo, su traducción es casi la misma, surge de un bosque y tapa parcialmente el camino que recorre tu presente y futuro. Podrás resistir lo que venga, de eso estoy segura, un ángel y un pan acompañan tu recorrido —yo quito la atención del cuenco para abordarla con una expresión confundida, a esta altura suena como si estuviera diciendo cosas al azar sólo porque le divierte, ella lo nota y ríe espirando—. Me refiero, el pan, a mi percepción, al ser un alimento que se comparte con la gente, habla de la cercanía, la familia y la amistad, personas que te cuidan y tú a ellos igual. Sumado a esto, siento cierta magia blanca proveniente del querubín, cuya clase se ha asociado con Cupido, lo que resulta en representaciones de querubines como niños pequeños, regordetes y alados, que en este caso, lo entendería como un ser que está desarrollando su poder sagrado, y no creo que sea yo. Tal vez esté aludiendo a que estás fortaleciendo tu nigromancia, Leva —alza su esqueleto mostrando emoción en su rostro y yo dudo ante su afirmación, ella advierte mi incomodidad y continúa—: En fin, parece que en el porvenir hay un escorpión atravesado por una lanza apuntando hacia abajo. Si bien el mal será vencido, no será como lo esperas. A su vez, la cola del insecto aparenta transformarse en el cuerno de un carnero. Quieres atravesar la pared directamente con la cabeza, pero a veces es idóneo dar un rodeo para conseguir los propósitos. Y quizás la mejor resolución al problema no sea la mejor para ti —estudia con profundidad mis ojos y luego vuelve a enfocarse en el contenedor—. Ah, y casi lo olvidaba, algo que despertó mi interés desde un inicio fue un arpa cerca de la cima, aislada. Claramente un indicativo de romance eterno, poético. Un hombre que realmente te aprecia… ¿Un novio?

Levane Y Las Almas DesorientadasWhere stories live. Discover now