Cap 23

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_Reachel_

Jace se había ido en el instante en el qué nos dejó, no me llevaba mal con la profesora Tirza, solo que era algo extraño estar con mi maestra.

-- ¿Profesora?

Dije para llamar su atención.

Tirza: Dime Tirza, no estamos en la escuela, así que no necesitamos tantas formalidades.

-- Tirza entonces ¿qué haremos? Son las tres de la tarde, así que aun queda rato para irnos a dormir.

Tirza: Pues... Podemos pedir algo de comer y hablar, o simplemente no hacer nada, puedes decidir.

Mi impresión de la maestra Tirza era de una chica carismática y seria, no es una persona muy cerrada, es alegre, pero siempre se toma las cosas enserio.

-- ¿Qué podríamos comer?

A mi por lo general me gusta cualquier cosa que no sean mariscos.

Tirza: Maricos no, los odio, quiero pollo frito.

-- qué coincidencia, a mi tampoco me gustan, pero el pollo me encanta.

Tirza me lanzó una sonrisa, y descolgó el teléfono para llamar al servicio a la habitación, pidió algunas cervezas y vinos, así como algunos refrescos y el pollo frito, y cuando terminó de ordenar, me preguntó:

Tirza: ¿Si tomas, cierto?

-- No muy seguido, pero no me molesta beber.

Tirza: Me alegra, es muy triste beber sola.

-- Está bien, bebamos juntas.

_Jace_

Me siento aliviada de que Tirza esté cuidando de Reachel, así puedo trabajar más tranquilamente, bueno, tampoco es que mi trabajo sea muy tranquilo qué digamos, pero igualmente es reconfortante qué Reachel esté a salvo.

Una vez más llegué a aquél bar de mala muerte, me senté en las banquillas de la barra, y Bob me recibió de nuevo.

Bob: ¿Todo bien?

Tomé un suspiro y respondí.

-- todo bien ¿y tú?

De vez en cuando solo venía a beber y a hablar con Bob, era como nuestro recepcionista, pero todos estábamos de acuerdo que si alguien lo trataba mal, todos lo íbamos a cubrir.

Bob: No me quejo, haciendo mi trabajo.

Bob me arrimó un whisky a las rocas.

Bob: Cortesía de la casa.

Le agradecí y tomé un sorbo, a veces era mejor beber antes de empezar a trabajar, te hacía sentir menos monstruo.

Bob: Bueno, sobre los trabajos, tengo 1 de un billón, 5 de algunos millones, 7 de algunos miles y 2 de unos cuentos, creo que están en tu grado de alcancé, pero algunos no son de tus favoritos.

-- Detalles.

Le dije, espero que no sean lo que creo que son, por que no quiero romper mi promesa a Reachel.

Bob: Verás, los de millo-

Alguien interrumpió a Bob pateando la puerta del Bar, era un chico, calculo unos 19 años de edad, con un sombrero y un saco negro, junto con un maletín, nadie lo volteó a ver, más que Bob y yo, ya qué estamos acostumbrados a que algunos son fantoches. El chico se acercó a con nosotros, y empezó a exigirle a Bob buenos trabajos.

C: ¡Quiero buenos trabajos, los mejores qué tengas, estoy listo! Quiero darme a conocer, y necesito mucho trabajo.

Otro más de los que creen que es muy fácil, seguramente no ha estado en acción y es un novato.

una apuesta por tiKde žijí příběhy. Začni objevovat