una apuesta por ti

Cap 7

Pt7
Esperé en el auto un par de horas, tal vez 2 horas y media, hasta que el anciano salió de la empresa; bajé del auto y me dirigí a él.

-- Buenas tardes señor, necesito que me acompañe.

V: déjame adivinar, ronalt te contrató para que me secuestres, me tortutes y me asesines ¿no es verdad?

-- si, así es.

V: Éste viejo ya está cansado, ya he trabajado toda mi vida, vi crecer a mis hijos y vi nacer a mis nietos, no tengo nada mas que hacer en esta vida, así que con gusto te acompañaré.

¿Por qué me dice esto? Ni siquiera planeo asesinarlo.

-- Entonces, por favor, suba al auto.

El agradable anciano subió al auto sin rechistar, abrochó su cinturón y esperó a que subiera.

-- Señor, realmente no quiero matarlo, no tengo razón alguna.

V: Pero es tu trabajo.

-- El trabajo de los abogados es castigar las injusticias y la corrupción, sin embargo ellos no pueden defenderse a sí mismos. Lo que quiero decir, es que si, es mi trabajo, pero el solo quiere que se vaya lejos, puedo darle dinero que le alcanzaría bien para algunos años, y puedo estar enviándole dinero seguido.

V: Te meterías en problemas con Ronalt.

-- De eso me encargo yo. Ahora lo que haremos será lo siguiente.

Empecé a explicarle el plan paso por paso, mientras nos dirigíamos a una bodega.

-- Señor Víctor, ah sido un placer conocerle, su avión sale en 2 horas, le llamaré un taxi y le haré llegar el dinero, no dude en llamarme si necesita algo.

V: eres una joven muy atenta, espero un día puedas salir de estos negocios y tener una vida tranquila y feliz.

Le dirigí una sonrisa de agradecimiento a sus palabras mientras veía como subía al taxi y se iba.

Fui de nuevo a la empresa de Ronalt y en Cuanti me vieron me dejaron pasar.

Ronalt: ¿todo salió como yo lo pedí?

-- Si señor.

Ronalt: Quiero pruebas.

Le entregué una memoria usb que inmediatamente conectó a su computadora, dándole acceso a un video en el que se muestra como "torturo y asesino" a el señor Víctor. Obviamente todo es actuado, pero todo parece real.

Ronalt: Bien, buen trabajo Daiker. Aquí tienes.

Me entregó el resto de la paga, otros 2.5 millones.

-- Me retiro.

Tomé el dinero y salí de esa maldita empresa por fin; subí al auto y pasé a comprar algunas cosas.

-- Se terminó el día.

Vi el reloj y marcaban las 10:48 pm. Conducí hacia mi casa y llegué cerca de las 11:17 de la noche; entré sin hacer mucho ruido, pero realmente no era necesario, pues Reachel seguía despierta.

Reachel: Bienvenida a casa.

-- Gracias.

Reachel: ¿Qué tienes en la bolsa?

Miré la bolsa que tenía en las manos, y decidí jugarle una broma.

-- La cabeza de mi objetivo de hoy, es para mí colección de personas decapitadas.

Le dije con la cara más seria que pudiera poner, y por dios, su cara en éste momento no tiene precio. Quité mi cara de mala y reí bastante.

-- Es broma, son algunas cosas para afilar mi katana y dinero.

Reachel: ¡No juegues asi! Me había asustado.

La sonrisa de mi rostro desapareció y regresé a la normalidad.

-- Niña, vives con una mercenaria, mato personas, secuestro personas y co sigo todo tipo de cosas ilegales, que jamás te extrañe que de miedo.

Reachel se quedó mirando al piso pensativa.

-- Anda a darte un baño, prepararé la cena.

Ella subió casi corriendo las escaleras y fue a hacer lo que le dije. Saqué algunas cosas del refrigerador y empecé a cocinar, realmente no era mucho, era algo de pollo cocido con salsa en chipotle y una pasta Alfredo; después de un buen rato, la chica bajó y se sentó a la mesa; arrimé los platos, vasos y algo de beber, y después me senté a comer.

Reachel: ¿Día difícil?

-- Algo.

Reachel: ¿Puedo preguntar que tal?

-- Tuve que torturar a un anciano y matarlo cuando rogara su muerte.

Se podía ver a kilómetros la cara de miedo de reachel hacia mí.

-- Pero no lo hice, yo no torturo a las personas, no es mi estilo; y tampoco lo asesiné, probablemente ahora esté en Alemania en una cabaña duermiendo.

Reachel: ¿Que te hizo no matarlo?

-- El no ha hecho nada malo, o nada que merezca la muerte. A todo esto, te dije que no te metieras en mis asuntos.

Reachel: Lo siento.

Tomé el cuchillo para partir un trozo de pollo, y al momento de tocarlo, Reachel se hizo para atrás.

-- Responde algo, si tanto miedo me tienes ¿por qué decidiste vivir conmigo?

Reachel: No te tengo miedo.

-- Puedo sentir tu miedo, puedo verlo y puedo olerlo, no por nada me apellido Wolf.

Reachel: No tengo miedo de ti, tengo miedo de hacerte enojar y terminar mal.

-- No asesino a las personas sin una razón válida.

Terminamos la cena en silencio.

-- Ve a la habitación, iré a darme un baño.

Ambas subimos a la segunda planta; ella se fue a la habitación y yo al baño, para tomar una merecida ducha; cuándo terminé, me sequé el cuerpo y me puse ropa cómoda.

-- Ya es hora de dormir.

Reachel asintió, y se acomodó en su lugar, apagué las luces y me acosté en el mio, y así, terminó éste día.

_J.W._