Un Roto Para Un Descosido *Mpreg* [Larry Stylinson] [HIATUS]

Adiós definitivo

"Hola es Cassie, ya sabes que hacer"

Aquella había sido la décima vez que le hablaba en lo que iba de la mañana, pero ella no contestaba, por lo que volvió a marcar su número.

"Hola es Cassie, ya sabes que hacer"

Y de nuevo...

"Hola es Cassie, ya sabes que hacer"

Se encontraba en la cama abrazando su almohada con un brazo, en posición fetal, mientras que el otro lo ocupaba para sostener el celular en su oído. Su corazón latía tal como caballos corriendo, él podía escucharlo, a través del silencio de la oscuridad que lo inundaba, él sólo esperaba que ella le contestase.

"Hola es Cassie, ya sabes que hacer"

-Por favor contesta- susurró llenando el vacío del cuarto con su voz.

"Hola es Cassie, ya sabes que hacer"

-Por favor- susurró de nuevo.

"Hola es Cassie, ya sabes que hacer"

-Harry...- escuchó detrás de sí a la voz preocupada y lastimosa de su novio.

-Déjame solo...- susurró sin girarse.

-Harold, el funeral es en cuatro horas- el castaño se acercó hasta él, se sentó a su lado y comenzó a acariciar su brazo. Todo aquello no era verdad.

-Ella va a contestar...- volvió a susurrar mientras las lágrimas se deslizaban por su pálida piel. Ella tenía que hacerlo.

-Ya no te hagas esto-

-Ella está bien...- afirmó con la voz quebrada y temblorosa. Ella tenía que estarlo, ella tenía que estar ahí.

-Har...-

-¡Jesús, déjame solo!- se incorporó rápidamente y le gritó mientras lanzaba su almohada contra él. Él sólo la quería a ella, ¿es que acaso era tan difícil de entender?

Louis sólo lo miró entristecido durante un corto lapso, para después bajar su mirada hacia el colchón y cerrar sus puños con fuerza. Sabía lo que estaba haciéndole, él lo estaba lastimando con lo que hacía, él lo estaba preocupando, pero simplemente él no quería que se preocupase, él estaba bien, todo estaba bien y en cuanto Cassie le contestase todo estaría mejor. El de orbes celestes se levantó lentamente hasta darle la espalda y se dirigió lentamente hacia la puerta de madera al estilo antiguo, estaba dispuesto a irse cuando se giró para mirarlo con impotencia.

-Como quisiera...- suspiró –que todo fuese un sueño, Harry-

-Lárgate...- ordenó en un susurro y rápidamente volvió a su posición anterior, abrazando ahora, las cobijas. Quería estar solo, quería que todo fuese su imaginación, quería matar el dolor, pero no sabía cómo.

Lentamente fue escuchando como la puerta comenzó a rechinar en entendimiento de que se estaba cerrando y cuando por fin escuchó el "click" supo que de nuevo se encontraba solo en la oscuridad, en sus pensamientos y en sus peores miedos. Abrazó las cobijas con más fuerza al darse cuenta de lo que estaba pasando y comenzó a llorar desconsoladamente, intentando ahogar inútilmente los gemidos en estas, pero era imposible, el dolor era insoportable y no podía esconderlo. Con cada quejido sus costillas se oprimían, lastimando su corazón sangrante y destrozado. Las crueles y amargas lágrimas salían de sus ojos, unas seguidas de otras, dejando una enorme mancha acuática en las cobijas. Parecía que el dolor jamás acabaría.

Cassie había muerto hacía dos días, en los cuales se encargó de la espantosa experiencia de comentarle a sus otros dos mejores amigos, quienes permanecían en la ignorancia. Kaya, como siempre, hubiese intentado parecer tranquila, pero aquel día no, ella se desplomó y comenzó a llorar mientras sus manos acorralaban su cabeza, oprimiéndola, jamás la había visto de aquella manera. Rápidamente se levantó y comenzó a golpear, tirar y romper todo lo que tenía a su alcance mientras lanzaba gritos de dolor. Niall por su parte, sólo lo miró perpléjico para después correr hacia su habitación y comenzar a guardar todo lo que pudo en una maleta grande. Cuando llegó al marco de la puerta de su cuarto éste sólo articuló dos palabras.