Finalmente, las dos chicas se pusieron de acuerdo en un plan: forzar directamente la puerta de la cabina para abrirla.

. - El piloto se ha desmayado, así que la conexión con la red mental debería estar rota. Estamos viajando por la ruta del piloto automático, y como estamos en el lugar de destino, deberíamos poder bajarnos en cualquier momento. -  Explicó Mint, tirando tímidamente de la puerta de la cabina. - Es que no sé cómo - 

Antes de que pudiera decir "abrir", el mecha emitió un escalofriante suspiro.

Sus rostros palidecieron al pensar que el mecha iba a lanzarse al aire de nuevo. Justo cuando White iba a desmayarse por instinto, sopló una brisa que traía un olor extraño: la puerta de la cabina se había abierto.

Después de Dios sabe cuánto tiempo, Mint se dio la vuelta con rigidez. - ...¿Qué es este lugar? - 

Ante ellos se extendían hileras de mechas, relucientes como el hielo, aparcados unos junto a otros en un gran garaje. Los mechas llevaban armas siniestras. Un cañón negro como el carbón les apuntaba con sangrienta intención. 

Del otro lado del garaje llegaban pedazos del silbido del viento, rozando pequeños susurros. El otro lado del garaje era tan inmenso que los estudiantes no podían ver su final a simple vista.

A White le recorrió un escalofrío por la espalda.

Definitivamente, esto no era Pekín-ß.

De repente, Huang Jingshu tiró de Mint por el brazo, metiéndola detrás de la puerta y tapándole la boca.

Al segundo siguiente, sonaron pasos que se acercaban cada vez más. Temerosos de emitir un solo sonido, los tres jóvenes se acurrucaron. Se asomaron por los resquicios de la puerta de la cabina y vieron pasar lentamente un vagón de ferrocarril. Dos hombres con bichos venenosos tatuados en la cara pasaban junto al vagón, empuñando pistolas. En el carro había una ristra de niños, no se sabe si vivos o muertos.

. - Cielos, esos piratas son cada vez más codiciosos. ¿Están planeando rebelarse con todos los nombres conocidísimos detenidos aquí?-. Dijo uno de los hombres.

. - ¿No has oído hablar sobre lo que ocurrió en el planeta capital? Ya han comido su carne, y si no actuamos rápido, no nos dejarán ni la sopa. - 

. - Para ser sinceros, llevamos más de un siglo formando parte de la Unión, pero ¿Alguna vez se han preocupado por nosotros? Al igual que antes, este maldito lugar sigue siendo una mierda ¿no? A quién coño le importa que se rebelen. - Replicó el otro hombre.

Tras un momento de silencio, el primer hombre habló. - Aunque nunca se hayan preocupado por nosotros, al menos aún nos trataban como seres humanos...- 

. - Shh, mantén la boca cerrada. -

Los dos se callaron. Luego, el sonido de sus pasos se ahogó en la lejanía al igual que los sonidos del vagón.

Después de un rato, Huang Jingshu apartó su mano de la boca de Mint. - Los he visto antes. - Exhaló.

White y Mint la miraron fijamente. Huang Jingshu explicó rápidamente lo que había visto el día en que se matriculó en la academia.

. - ¿Eres... una cerebro...? -. White tartamudeó, sorprendido.

. - El síndrome del cerebro vacío, sí, ¿tienes algún problema con eso? ¿He ocupado la RAM de tu casa? -. Replicó Huang Jingshu lanzándole una mirada asesina.

White se estremeció y cerró la boca con fuerza.

Mint reflexionó un rato sobre las palabras de Jingshu y luego habló. - Creo que lo entiendo. El mecha probablemente pertenecía al tipo que conociste, del que B4 se deshizo definitivamente. Por alguna razón B4 decidió dar el mecha a la escuela. Y cuando accidentalmente encendí el retorno automático, el mecha nos llevó de vuelta a su base. - 

Can Ci Pin | The Defectives (Book‌ ‌1‌ ‌-‌ ‌Planet‌ ‌of‌ ‌Desolation‌ ‌)Where stories live. Discover now