30 Songs

20. Firefly

Lisa recorre el altillo de la tienda de su padre con la mirada... Hay unas mantas dobladas, un pequeño colchón tapado, un baúl, un tocadiscos y una pequeña estantería llena de discos de vinilo, Cd's y Cassettes. Colgadas de las paredes bajas y desperdigadas por el suelo hay un montón de guirnaldas de luces amarillas. Se agacha en cuanto ve el enchufe y las conecta observando cómo el pequeño altillo se ilumina y se transforma en un lugar agradable y hogareño, de alguna manera.

Las pequeñas luces iluminan las fotografías polaroid que cuelgan de ellas y Lisa sonríe porque puede ver que en todas y cada una de ellas aparece ella junto a Rosé. Puede distinguir los años en ellas, es como si se trataran de fotografías ordenadas cronológicamente... Le llama la atención cuán felices se ven en cada una de ellas y cómo sus rasgos se hacen más maduros a medida que recorre la pared con la mirada.

Una fotografía en concreto llama su atención, así que a gatas pasa por encima del colchón hasta tomarla. Observa en la fotografía que el suelo está lleno de estas pequeñas luces formando un corazón y en el centro un par de manos entrelazadas, pero una de ellas luce un anillo con un pequeño diamante que parece brillar tanto como las pequeñas luces. Puede leer lo que trae escrito "En mi futuro, siempre estás tú. 7 de mayo de 2010". Cierra los ojos y trata de recordar... lo intenta con todas sus fuerzas pero nada llega a su mente.

Soltando aire se tumba sobre el colchón mientras sostiene la fotografía a la altura de su rostro. Desde la vez que recordó un pequeño flash, no ha vuelto a tener uno, por mucho que se ha esforzado, por mucho que ha intentado conocer un poco más de su historia y eso está pesándole una barbaridad. 

Se frota los ojos y bufa... e inmediatamente a su mente viene el rostro de Rosé, sus hermosas mejillas abultadas, sus intensos ojos avellana y su sonrisa divertida y amplia formándose en esos labios tan de otro planeta. 

- ¿Cómo es estar enamorada de ti, Rosé? ¿Cómo es amarte sin pensar en si lo estoy haciendo como antes o no?. - se pregunta. 

Lisa puede asegurar a ciencia cierta que siente más que una atracción física por su esposa. Sabe que la echa de menos cuando no está, sabe que es lo primero y lo último que piensa cuando se despierta o se acuesta. Sabe que abrazarla o sentir el roce de sus labios en su mejilla calienta su corazón y lo acelera como si miles de caballos galoparan a la vez. Una sola mirada le basta a la rubia para que el suelo bajo sus pies deje de existir y sienta que la gravedad está jugándola una mala pasada. Pero siente miedo... miedo de que ese amor que sabe que crece en ella, no sea igual al de antes, no sea lo que Rosé espera de ella... 

- Lalisa, baja de una vez - escucha a su hermana y sonríe divertida antes de ponerse en pie.

"Ojalá pudiera recordar cómo era contigo, ojalá pudiera ser lo que tú recuerdas de mí... " susurra colocando la fotografía nuevamente en su lugar antes de desconectar las luces y bajar las escaleras.

- ¿Qué tanto hacías allá arriba? 

- Solo trataba de conectar un poco conmigo misma... - se encoge de hombros y deja un beso en la mejilla de su padre que le entrega una bolsa con pasteles. - Gracias papá.

- Lisa... - él la detiene. - Sé que no estás pasando por un buen momento hija, pero trata de no angustiarte.

- ¿Cómo no voy a angustiarme, papá? He olvidado mi vida, he olvidado a la mujer que amo, a mis hijos, a toda nuestra vida juntos... ¿Cómo voy a recuperar eso?

- Kookie dice que debes darte tiempo - le recuerda su hermana pero Lisa niega con la cabeza.

- Es fácil decirlo cuando no ves sus miradas todos los días esperando porque la Lisa que ellos sí recuerdan, esté delante...