Bonus Track

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- Así que...

Rosé vuelve la mirada hacia la voz de su amiga. Por un momento trata de recordar las palabras que ha mencionado, o quizá el tema de conversación que entablaban, pero su mente no logra hacerse con ninguna línea...

- Disculpa, ¿qué? - pregunta esperando ser comprendida.

La ligera exhalación que suelta Jennie con una sonrisa, hace que la rubia sonría también.

- Rosie... hablábamos de Lisa. Te preguntaba cómo lo llevas.

- Oh... francamente, no lo sé. - dice tomando su taza de té ante la mirada de Jennie. - Es difícil... difícil ver cómo ella me mira y no reconocer en sus ojos aquella mirada que yo conozco muy bien. 

- Jisoo dijo que ayer Lisa estaba bastante emocionada con la historia que le habías contado.

- Oh... - sonríe - fue sobre cómo empezamos a salir aquella navidad.

- Lo recuerdo, nos pasamos un buen rato buscándoos mientras vosotras hacíais vuestras cochinadas - ríe.

- Nada de eso, Lisa fue dulce y tierna... solo nos besamos y nos pasamos el resto de la noche hablando mientras mirábamos las estrellas en el altillo de la tienda.

- Ya... claro. - ríe Jennie haciendo a Rosé reír divertida.

- Digo la verdad.

- La verdad es que me enteré de que sería tía poco después así que... no me cuadra que solo estuvierais dándoos besitos.

- Eso fue después. - Rosé rueda los ojos y saca de su cartera un billete que deja en la mesa.

- Todavía quiero saber lo que pasó aquella noche vieja. - dice tomando su abrigo y acompañando a la rubia a la salida.

- Ese... es el secreto mejor guardado entre Lisa y yo, y nunca lo sabrás. - ríe Rosé divertida.

Escucha a Jennie quejarse y argumentar por qué ella debería saberlo. La rubia solo puede escuchar la mención mejor amiga y "perra traicionera" en la misma frase mientras sus recuerdos la llevan a aquella noche.

Jamás le diría a Jennie sobre eso. No es que fuera algo muy importante, ni nada que realmente tuviera que ocultarse... pero fue un momento especial entre Lisa y ella. Uno de los mejores que atesora en su memoria.

- Otra vez me estás ignorando y eso solo me hace pensar en que estás pensando en la cochinada que hiciste en noche vieja - dice Jennie con los brazos cruzados.

- Puede ser - se encoge de hombros la rubia y observa el gesto de shock de Jennie mientras detiene el auto justo en la entrada del colegio delos niños. - Pero no te lo diré.

Jennie vuelve a bufar y baja del coche junto a la abogada y sonríe cuando ve a los tres tesoros de esa gran familia, los tres Manobal. 

- ¡Tía Jennie! - dicen los mellizos al abrazarla.

- Mamá - dice Ella saltando a sus brazos.

- Hermosos, ¿cómo ha ido su día? - pregunta Jennie mientras los mellizos abrazan a su madre.

- Bien - contestan los tres y aquello les parece sospechoso a ambas mujeres.

- ¿Seguro? - pregunta Rosé.

- Claro - contestan los tres mientras se sueltan de sus madres y se meten rápidamente en el coche.

- ¿No te parece sospechoso?

- Oh sí... me recuerda a aquel par de idiotas que son hermanas... - dice Jennie entre risas. - Algo traman.

Encogiéndose de hombros, las dos mujeres entran en el coche y conducen en dirección al hospital.

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