La Magnate Rusa

Aniversario

Beth_sarange

Jadeo.

Esté embarazo es él que más me ha pesado a pesar de que es un solo bebé.

Llego a la habitación de mis hijas; la puerta de su habitación está abierta así que al escuchar sus voces me detengo ahí.

-Mamá dice que mientras el tiempo pasé la vamos a extrañar menos, pero amar más.

Muerdo el interior de mi mejilla.

«Están hablando de la nana»

-Mariana, han pasado meses desde que la abuela se fue al cielo, pero pensé qué ya no estaría triste porqué estaría con nuestro hermano, pero la verdad es que la quiero aquí conmigo.

-No podemos ser egoísta Mariam; nosotras la tuvimos bastante tiempo.

-¿Tú no la extrañas, Mariana?

Mi segunda hija deja caer su cuerpo en la cama solo dejando la cabeza alzada mientras ve a su hermana a su lado.

-Si la extraño, hermana. Y de verdad la extraño, pero sé que ella está aquí con nosotras. ¿Ya olvidaste el pacto que hicimos con ella?

Mariana al ver que Mariam no le responde la abraza. Llevo una mano a mi vientre y la otra a mi mejilla para limpiar las lágrimas.

Mis hijas son las mejores niñas. Son dos piezas que encajan perfectamente, como un pluzze. Ambas con actitudes diferentes, pero que son parecidas, es algo extraño.

De las dos Mariam es la que siempre domina y manda, pero Mariana es la calma, es más dócil que su gemela.

Estos meses sin la nana han sido un cambio drástico para todos;

Cristián se ha vuelto más familiar; comparte más tiempo con Cristiano y Adriano, de alguna manera quiere sentir qué tiene un amor muy diferente al que nosotras como su esposa e hijas le podemos dar.

Ángel fue el que más mostró negación a la muerte de su abuela, no fue fácil, para ninguno, pero más para él; en las noches no podía dormir porque ella no estaba con él, aunque es un niño muy independiente, siempre optaba por tener la presencia de su abuela en las noches y ahí fue dónde más la extraño. El lazo de él y su padre se volvió más fuerte a raíz de ello, pues nuestro hijo siempre le pedía que le contará como era la nana cuando su padre estaba pequeño.

Thadeo también ha llorado por su abuela, pero no tanto como Ángel, además de que mí Thadeo ha tenido mucha más distracción en estos meses; le gusta pasar tiempo en el orfanato con los niños que han llegado. Siempre pide que tenemos que llevar a los niños ha pasear y su padre y yo en un día tan importante como hoy, le hemos cumplido el deseo.

Thadeo es mi hijo más dulce. La conexión que sentí con él desde que lo ví cada vez es más fuerte.

-Mamá ¿Puedo hacerte una pregunta?

Le sonrió.

-Si amor, claro que sí.

Thadeo se pega más a mi y apoya su cabeza en mi hombro.

-¿Me quieres a mí de la misma manera que a mis hermanos?

Su pregunta me hace verlo.

-¿Por qué preguntas eso amor?

-Responde, mami.

-Amor, te amo tanto, tanto al igual que a cada uno de tus hermanos, incluso, te diré algo- sus ojos brillan y me ven espectadores- te quiero mucho más y eres mi favorito.