La Magnate Rusa

Capítulo 50

Esté capítulo va dedicado a FeliciaGamez. MeztliHernandez1907.

! Gracias por el gran apoyo! Espero que les guste.

Siento mi corazón avivarse con las palabras que hacen eco en mi mente. Nuestras respiraciones aún están agitadas, pero aún así subo su rostro haciendo que nuestros ojos se encuentren.

Siempre eh sabido leer su mirada. Sus ojos están más claros de lo que son normalmente.

Me sonríe y limpia las lágrimas que corren por mi mejilla. Con mis dedos acarició su barba de días y el cierra los ojos entregándose a mis caricias.

Lentamente me acerco a su boca rozando nuestras narices. Abre sus ojos subiendo y bajando sus manos a lo largo de mi espalda y muerde mi labio inferior.

Humedezcó mis labios y luego los uno con los de él. Nuestras bocas van a en un compás acordé de la melodía que suena de fondo.

Se deja caer sobre su espalda llevándome con el sin interrumpir nuestro apasionado beso.

Empieza a mover su pelvis en un bamboleo lento. Aprieta mis muslos cuando doblo mis rodillas dejándolas a la altura de su cadera.

Sin despegar nuestros cuerpo sudados muevo mis caderas de arriba a abajo. Gruñidos mueren en mi boca.

Suelta uno de mis muslos. Jadeo cuando sube más mis nalgas para hacer llegar su mano en mi intimidad. Muerde mi labio dejándolo preso entre sus dientes cuando sube sus manos a mis nalgas y siento dos de sus dedos en mi lugar prohibido.

Abro los ojos encontrándome con los suyos inyectados en deseo. Sus movimientos son más lentos y cierro los ojos al sentir sus dedos hacer círculos sobre mi peque lugar.

Jadeo fuerte sobre su boca cuando acelera sus movimientos y presiona un dedo en aquel lugar. Se siente incómodo, pero el placer que recibe mi sexo y ahora mi cuello distraen la sensación de incomodidad.

Río cuando gira dejándome sobre mi espalda. Lleva mis piernas a su cintura haciéndome inclinar un poco mi pelvis mientras sigo recibiendo sus embestidas y su dedo sigue haciendo presión en mi lugar.

Muerde sus labios cuando contrajo mis paredes.

-Me vas a volver loco- susurra sobre mis labios.

Una estocada más fuerte me hace arquear la espalda sintiendo su líquido dentro de mí. Sigue moviéndose logrando mi liberación. Con una sonrisa deja un casto beso en la punta de mi nariz.

-También estoy enamorada de tí.

-Eso lo sé.

-Eres un bobo.

-Y tuyo.

Lo atraigo a mis labios.

-Eso lo sé.

Con cuidado sale de mi y se inclina a dejar un beso en mi pancita.

-Lamento si los incomode mis amores.

Niego con una sonrisa en mi rostro. Se levanta de la cama y sale de entre las sábanas regresa en menos de un minuto con un tazón de fresas con un pote de crema.

Me siento y me quejo un poco por el dolor en mi sexo.

-¿Duele? ¿Estás bien?- pregunta dejando las fresas en un lado de la cama y se inclina hacia mí.

-Dolores que dan gusto.

Ríe y lame mis labios. Me pasa el tazón de fresas con el pote de crema.

Estiro mis piernas para poner el tazón sobre estas, pero lo impide haciendo que mis piernas queden estiradas y abiertas.