Capítulo 32

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Me quedo viendo a Cristián esperando que diga lo que tiene que decir.

-¿Quieres...

Su móvil suena. Yo viro los ojos cuando lo contesta. Lo dejo ahí parado y entro a la recepción de la empresa, donde me siento en unos de los sofás.

Mi estomago gruñe cuando veo lo que tengo frente a mí. El trozo de pastel de chocolate me llama a comerlo, así que con la pequeña cucharilla de plástico, agarro un pequeño trozo.

Gimo cuando el cítrico del sirope de fresa se siente en mi paladar. Mi estomago se revuelve, pero lucho contra eso para seguir comiendo.

¿Tan mal me sentó el whisky?. Agarro otro trozo de pastel, pero mi mano queda en el aire cuando Cristián me ve negando con la cabeza.

-¿Dulce a esta hora?- pregunta.

Me molesta su comentario así que cierro la bandeja molesta. Me levanto del sofá y empiezo a caminar hacia el ascensor con el tras de mí.

-Espera- dice tras de mí. Lo ignoro y sigo caminando.

-Sueltame- digo cuando me agarra del ante brazo. Me pega a su pecho.

-¿Puedo saber que te pasa?- pregunta viéndome a los ojos.

Mi pecho se contrae con las ganas de llorar que se apoderan de mi. Yo sollozo y Cristián pasa su mano por mi mejilla.

-Nada, no me pasa nada- le digo viendo hacia otro lado.

-Estas muy sensible.

-No estoy sensible Sr. Black- refutó- solo que me molesta que me regañes.

-¿Sr. Black?. No te he regañado nena.

-Ahora estoy loca. Suéltame.

Me pega más a su cuerpo. Volteo a los lados viendo como los empleados nos ven.

-Cálmate- habla subiendo un poco la voz.

-Y tu suéltame- refutó alzando la voz. Quita su brazo de mi cintura lentamente, me ve más no me dice nada. Pasa por un lado de mi y se va al ascensor. Yo arreglo mi saco y entro a la caja metálica.

Intento darle la mano, pero el lo evita.

-¿Ahora me evitas?- pregunto poniéndome frente a él.

El sube la manga de su traje y ve su reloj.

-Deja la idiotez- le digo.

-Querías que te soltará, bien, eso hice.

-Ahora quiero que me des la mano.

-Tus cambios drásticos de humor me están asustando.

-Lo dice el más bipolar de todos- le digo virando los ojos.

Las puertas se abren y Cristián agarra mi mano antes de salir. Su secretaría no está en su puesto.

Cristián abre la puerta de su oficina y me da paso para que entre. Estephany está colocando unos papeles en el escritorio de Cristián, ella sube su rostro con una sonrisa que desaparece cuando me ve.

Ella se pone derecha.

-¿Son los papeles que te pedí?- pregunta Cristián posándose a mi lado.

-Si Sr. Black- responde con una sonrisa.

-Bien- habla Cristián- Prepara todo para la reunión, nos iremos en unos minutos- le ordena Cristián. Ella pasa por un lado de nosotros y sale de la oficina.

-¿Nos iremos?- pregunto.

-Si, tengo que ir a una reunión con los alemanes. Esa era la llamada que recibí- explica agarrando los sobres que están sobre el escritorio.

La Magnate RusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora