Capítulo Extra. Giovanni Rizandi

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kmc0718 Un hermoso feliz cumpleaños, que la gracia de Dios sea siempre en ti. ¡Sopla las velitas por muchos años! Gracias por el apoyo, pasala rico.

Asomo mi pequeña cabeza por el reposabrazos del sofá. No me gusta ver a mamá así, no me gusta verla llorar después de que mi padre le pegue, pero es inevitable que lo haga, pues debe dolerle.

-Se que estás ahí, pequeño- habla mi madre sin verme. Volteo hacia atrás viendo que por el pasillo no venga mi padre, si me.ve junto a mi madre me volverá a golpear.

Corro hacia donde está ella y me peso frente a ella quitándole la vista de la pantalla de la TV.

Ella abre sus brazos y yo me refugió en ellos. Su pecho se estremece y siento sus lágrimas en mi cabeza.

-¡¿Que haces ahí?!- grita el señor Rizandi. Rápidamente mi madre me suelta para ponerse de pie y taparme con su cuerpo.

-Dejalo- dice mi madre entre lágrimas. Me aferro a sus piernas. El empuja el cuerpo de mi madre haciendo que caiga en el sofá. Me vuelvo un ovillo en donde estoy, ya se que va a suceder, pero aún así lo pido una vez más...

-No, porfavor.

Me despierto con el pecho agitado y lleno de sudor. Volteo a ver a la mujer que duerme a mi lado, una hermosa sonrisa en mi boca, beso su frente y me levanto. Me veo en el espejo del baño y temo lo que veo ahí, porque es el reflejo de mi padre, aunque en actitud soy muy diferente a el, físicamente es como si fuera el hombre que marcó mi infancia.

Hace un tiempo que no tenía estás pesadillas, pero vuelven cada que tengo este tipo de conversaciones con Brenda, hijos.

Jamás me vi siendo padre, no es algo que realmente quiero, pero ella si, pero temo a no ser un buen padre, temo a ser como el. Nunca he dejado que esto me consuma, siempre tengo una sonrisa y haciendo chistes, pero siempre están los días como hoy, días que me hacen viajar hace años atrás en aquella pequeña casa de Milán, donde viví cosas bonitas, pero que ahora son pesadillas.

Llevo el vaso de whisky a mi boca. Pasa el tiempo cuando veo a Brenda lista para salir.

-Brenda- la llamo.

Ella detiene sus pasos y voltea a verme.

-Dime.

-¿A donde vas?.

-Tengo que irme a ver con un cliente.

-¿Irás al consultorio?.

-No, iré a verme con un cliente.

-Brenda tenemos que hablar, porfavor cosita.

-Ahora no Giovanni, tengo que irme.

-Porfavor.

-¿Porfavor? Dios Giovanni, también te pedí porfavor cuando quise que me escucharás, pero no lo hiciste, además me comparasté...

-Cosita, no fue así...

-¡Si lo fue! No puedes comparar está relación con lo que tenías con Fiorella Giovanni, no es justo para mí.

Dejo el vaso de whisky y voy a donde está.

-Lo sé, perdóname solo que... No quiero tener hijos, no quiero ser como mi padre, no quiero fallar.

Ella niega mientras una lágrima rueda por su mejilla- Para no querer ser como tú padre, estás haciendo lo mismo que el, es muy temprano para el Alcohol.

Sigue caminando hasta que sale del departamento. Suelto un suspiro y volteo a ver el vaso de whisky que reposa en la mesa. Después de vaciar el vaso de whisky en el lavaplatos voy a la ducha.

La Magnate RusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora