La Magnate Rusa

Epílogo

¡Hola Magnaticos!

Pues... La verdad que escribo esto con lágrimas en los ojos. Este mes no es mi favorito del año.

Cumplí años el 11 de este mes, pero no es un día que celebre con magnitud porque ese mismo día hace unos añitos mi abuela decidió irse al cielo.

El 11 de septiembre no es lo mismo desde que ella se fue al cielo. Esté mes no es el mismo desde hace mucho tiempo, pues... En este mes ella decide visitarme en mis sueños y a lo largo del mes lo único que hago es llorar. Esté Capítulo lo escribo con lágrimas mojando mis mejillas porque su recuerdo está latente...

Pero... Esté año quiero que sea diferente; A esté mes le daré un motivo más para ser celebrado aparte de que es el mes de mi cumpleaños.

¡Este septiembre del 2022 finalizo mi primer proyecto como escritora y eso es motivo de celebración!.

Ahora el mes de septiembre no será tan triste, ahora cada septiembre de los años próximos celebraré que el fin del miedo que tenía cuando empecé acabó.

¡Este año septiembre tendrá un nuevo significado para mí!.

Hoy 18 de septiembre del 2022 se cumple un año en el que me visito en mi sueños para decirme cosas bonitas. Por eso especialmente hoy finalizó este proyecto con tanto amor, nostalgia, lágrimas, pero con mucho orgullo, pues... Ella me lo dijo, dijo que estaba orgullosa de mí.

La oscuridad se apodera de mí. Trato de correr por el largo pasillo oscuro que parece cada vez volverse más largo y tragarme.

Puedo oír los pitidos de la máquina. Escucho voces, pero olvidé todo eso y puedo sentir la sonrisa que se cursa entre mis labios cuando veo a mi primer Ángel venir hacía mí.

Me pongo de rodillas y abro mis brazos para recibirlo. Está más grande, su melena negra es igual que la de su padre, pero rizado igual que el cabello de su hermano se mueve a corde sus pasos. Las lágrimas mojan mis mejillas cuando sus cálidos brazos se ciernen sobre mi cuello.

Abrazo su cuerpo pegándolo a mí sin querer soltarlo. Beso repetidas veces sus mejillas y lo vuelvo abrazar a mi.

-Mamá.

-Mi más hermoso Ángel... Te amo tanto.

Agarra mi rostro entre sus manos y da un beso en mi frente. Me ve con una hermosa sonrisa.

-También te amo mamá. ¿Ahora lo ves?.

Ladeó mi rostro disfrutando de la calidez de su mano en mi rostro- ¿Que, amor?.

-Que sí valio la pena que lucharás hace cuatro años... Que valió la pena volver con papá ¿Eres feliz? ¿Sí valio la pena?.

Lo atraigo a mí nuevamente.

-Si amor, sí valio la pena. Aunque todo fuera perfecto si tú estuvieras...

-Yo estoy mamá, estoy aquí para cuidarlos siempre.

-Tienes cuatros hermanos que estoy segura que querrían a su hermano mayor con ellos.

-Se que Ángel, Thadeo haran un buen trabajo y papá también. Ellos cuidarán de ustedes en la tierra y yo desde aquí. Los amo a todos y cuida muy bien de mis hermanitas.

No puedo dejar de llorar. Lo abrazo tanto queriendo que este momento sea eterno.

-¿Te volveré a ver?- pregunto pasando mis manos por sus mejillas.

-No mamá, esta es nuestra despedida.

Niego aferrándome a él.

-Puedes visitarme en mis sueños, como lo estás haciendo ahora.