EXTRA: Día del Padre

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Ojo: Esto es un extra paralelo a lo que pueda pasar en la historia.

¡Que lo disfruten!.

Veo a mi dos hombres dormir. Sentir lo que siento en mi pecho es el mayor premio h recompensa a cada cosa que hemos vivido, a cada obstáculo, cada tranca en la historia de nuestro amor.

Me levanto con cuidado de la cama, después de darle un beso a mi ángel en la frente y otro al padre de mi hijo en sus labios.

Agarro mi móvil, son las dos de la mañana. Voy al baño y hago mis necesidades, lavo mis manos y salgo de ahí, cierro la puerta de la habitación sin hacer ruido.

Bajo las escaleras, el móvil suena en mi mano con un mensaje.

Penélope.

¿Te quedas con Nathaly y Daniel?. Quiero salir a celebrar el día del padre con Danilo. Juro que no es mucho tiempo.

22 de Junio, Día del padre.

Maldición no le compre nada a Cristián. ¿Que clase de esposa soy?.

El móvil vuelve a sonar.

Brenda.

-Hola amiga. ¿Cómo estás?. ¿Puedes hacerme un gran favor?.

Yo.

-Hola Bren. Bien, ¿Y tú?. Dime.

Brenda.

-¿Te puedes quedar con Giovenni?. Mi esposo y yo queremos salir.

Perfecto. No le compré un regalo a mi esposo, ahora mis amigas quieren que me quedes con sus hijos, tengo que ir mañana temprano a la empresa, después al taller, tenía pensado dejar a Ángel con Cristián, pero ahora todo se complica.

Voy a responderle a mis amigas cuando entra la llamada del puertorriqueño.

-Castaña- dice Antonio.

-No cuidaré a tu hijo, lo siento-.

-oye, pero que agresividad. ¿Por qué piensas que te llamo para eso?- me pregunta.

-Lo siento. Es que Penélope y Brenda me traumaron.

-No, no lo sientas. Te llamaba para eso.

-No, no, no y no.

-Castaña, porfavor. Samalia y yo queremos hacer al otro bebé, pero no podemos con Antoni aquí, tiene siete meses y no nos dejaría concentrarnos.

-Por Dios, Antoni está pequeño, no puedes tener otro hijo aún.

-Nathaly...

-Está bien. ¿A que hora vendrás?.

-A las ocho de la mañana estoy allá.

-Bien.

-Te amo.

Cuelgo la llamada. Le respondo a mis amigas con un si, mi día de trabajo quedará suspendido.

¿Yo no saldré a celebrar con mi esposo? No.

Voy a la cocina y preparo un té, me siento en el jardín trasero de mi casa. Se escucha música en la casa de al lado, ¡Dios esas personas hacen fiestas todo los días del mundo!.

Es increíble todo lo que ha pasado estos tres últimos años, me siento tan feliz, orgullosa, completa y amada. Fueron tantas cosas la que pasaron, tantas lágrimas que derrame, que ahora me doy cuenta que cada una de ellas valió la pena, tengo una familia y una gran empresa bueno... Tenemos una gran empresa.

La Magnate RusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora