🥀 Capítulo 3 🥀

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Su intención de ir directamente a disculparse no cambio para nada, y aunque fuera empujándolo hacia donde recordaba que era la Sala de los Espejos Maryoku haría que ese problema terminara ese mismo día, así que empujó a Ace dentro del espejo y él siguió después para asegurarse de que no huyera, luego de esto fue que entraron tanto Deuce como Grim, quedando entonces frente a frente con un mundo de bolsillo, como el único brujo entre ellos lo reconocía, donde se alzaba un castillo bastante...eh...pintoresco...

Tal vez a los demás no les preocupara tanto como a él, pero enserio era de su interés saber dónde estaba lo funcionalidad en el diseño de ese lugar, no negaba que su motivo de las cartas de corazón, espadas, tréboles y diamantes no se viera bien, no es a lo que iba, pero ciertas partes de la estructura de ese lugar le preocupaban lo suficiente como para preguntarte cómo se sostenía.

Bueno, suponía que no era su problema preguntarse si era funcional, y seguro, o no, no era a eso a lo que había venido, a lo que sí había venido debía buscarlo aún, por lo que empezaron por la propia entrada, entrando al laberinto de rosas rojas del lugar, todas muy bien cuidadas y con los arbustos recortados  en formas de corazones perfectos, ni un solo detalle se salía de su propio encuadre, todo estaba perfecto y bien colocado...

Hasta que justo llegaron a una parte del jardín donde no solo había una buena cantidad de pintura roja tirada por el piso, sino que también goteaba de lo que desde lejos se veía que alguna vez fueron rosas blancas, y ya por si eso no fuera poco había un muchacho, Maryoku imaginaba que un poco mayor que Ace y Deuce, que era el culpable de esto en sí, ¿cómo lo sabía? Pues no había que ser el mejor detective del mundo para suponer que la persona que justo está hablando consigo mismo con un pincel con pintura roja en la mano era el culpable de ese desastre.

Le recordaba mucho a dos cosas, por un lado, al arte abstracto del compañero de Fuwaride cuando tiraba pintura sobre cualquier planta de su respectivo coliseo, o de su ciudad en sí, y esperaba pacientemente a que se marchitara. Y por el otro lado, a ese sueño que había tenido en la noche, donde soldados de cartas estaban pintando las rosas de rojo alegando de que se les cortaría la cabeza si "la reina" las encontraba blancas.

Inclusive escuchó a ese mismo muchacho escuchar algo parecido a lo que esas cartas cantaron, al escuchar a ese muchacho decir que si quedaban algunas por pintar, perdería la cabeza.

Esto, o era uno de los déjà vu más ridículos por los que había pasado, o tal vez no durmió bien la noche anterior, que también era posible, pero dudaba que eso fuera suficiente para llegar a soñar algo raro y que en su realidad pase ese mismo algo raro.

Ah...probablemente debe dejar de complicarse a sí mismo su vida...

–¿Hm? ¿Necesitan algo?–preguntó ese mismo muchacho, de cabellos naranjas y ojos verdes, al notar su presencia.

–¿Qué estás haciendo?–la pregunta de Ace alegró de cierto modo a Maryoku, no fue el único que le pareció raro el que alguien estuviera pintando flores.

–¿Esto? Como puedes ver, estoy pintando las rosas de rojo–dijo el muchacho encogiéndose de hombros con algo de burla, como si lo que él estaba haciendo fuera de lo más normal.

–¡¿Eh?! ¿Por qué harías tal cosa?–enserio, que milagro que hasta Deuce viera extraño eso, le hacía sentir bien consigo mismo que por una vez no estuviera loco.

Twisted Wonderland [ Fanfic AU ] 🥀 El Tirano Carmesí 🥀Where stories live. Discover now