Cambio de planes ~Capítulo 40~

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Michael y su clase llegaron a una especie de residencia algo alejada de la ciudad. Estaba rodeada por un bosque y habían dos edificios de 2 y 3 plantas respectivamente. La primera era una especie de escuela religiosa, muchos de sus compañeros se quedaron asombrados al ver una monja caminando por el lugar y la admiraron como si fuera una rareza. La otra planta era el lugar donde ellos iban a quedarse.

Los monitores los llevaron por un sendero embaldosado hasta un mirador con ventanas en lugar de paredes. Unos baños detrás y una habitación cerrada. Los adolescentes empezaron a gritar para escuchar el eco rebotando en todo el lugar mientras que algunos se sentaban en el suelo esperando cualquier orden de los monitores.

Habló un hombre vestido con un chaleco azul que traían todos los del equipo. Se presentó y les dió una presentación rápida de todo el equipo y como debían comportarse en ese lugar para que no hubieran inconvenientes. Les advirtió que no intentarán hacerles bromas a las monjas o terminarían metidos en un gran problema, ya que habían tenido experiencias similares con otros colegios.

Michael no prestó mucha atención a lo que el hombre dijo, después de todo el sabía comportase, pero no podía decir lo mismo de sus amigos quiénes lo estaban ignorando a propósito.

Uno de los monitores pidió que se pusieran de un lado las chicas y del otro lado los chicos para asignar habitaciones. El grupito de Mike se levantó y mientras seguía hablando hasta que fueron interrumpidos por una mujer que se disculpó con ellos antes de llevarse a Ian con ella. Los chicos se miraron entre sí confundidos y luego vieron lo que parecía ser una discusión entre varios monitores e Ian. Al final este se dió la vuelta ignorándolos y dirigiéndose hacia quien les estaban asignando las habitaciones. Los tormentos lo interrogaron pero Fitzgerald no respondió absolutamente nada.

Algunas de las habitaciones eran compartidas, a Michael le tocó con Sam y a Terry con un compañero al azar, Ian fue trasladado a una habitación individual y aunque intentaron convencer a los monitores para que se quedara con alguno de ellos, Ian les dijo que prefería no compartir cuarto con nadie.

Terminaron de instalarse e inmediatamente los llamaron para tener una plática con ellos. De eso se trataba casi todo; de pláticas. Durante esos tres días estuvieron escuchando a adultos que les contaban historias de sus trágicas vidas a modo de anécdotas. Les pusieron actividades que al principio le parecieron muy infantiles, pero cada actividad tenía una enseñanza nueva y era una forma de relajarse mientras escuchaban un sermón.

Las camas eran suaves y todo parecía estar limpio, incluso los baños. La comida la servían estilo bufet y era deliciosa, quizás no tanto como la de Henry, pero si tenía un buen sabor. Salieron a dar caminatas por la noche, jugaron juegos de mesa en la biblioteca, y los chicos iban a la planta de las mujeres a molestar tocando las puertas hasta que una de ellas empezó a perseguirlos por toda la panta con un secador de cabello. Se llevaron un par de regaños pero "nada comparado a otros colegios" según sus monitores.

Mike quería llamar a sus hermanos en cada momento para saber si algo malo había pasado, hasta que Sam le arrebató el celular y lo escondió en no sé dónde para que se relajara un poco. De hecho, ningún estudiante tenía permitido usar tecnología, solo Michael por saber esconder bien el celular en su mochila cuando pasaron quitándolos. Igual y se lo prestó dos veces para llamarlos.
Y Hablando de Sam, este se negó a dormir si no veía que Mike ya lo había hecho. A Mike le dió risa ver cómo es su primer intento se quedó dormido esperando que él cerrara los ojos, pero al final sí lo intentó, sí durmió y eso lo hizo sentir mejor. Ignorando las pesadillas, dormir se sentía bien.

Uno de los momentos que definitivamente no se le va a olvidar fue en el último día. Las luces estaban apagadas y se habían parado haciendo un círculo, cada uno de ellos tenía una vela. La monitora encendió su vela y con ella la de los dos chicos a su lado, luego empezaron a encenderse todas con la llama que alguien más les daba. Ella comenzó a hablar en primera persona expresándose acerca de sus padres y su miserable adolescencia. Habló sobre las cosas que le dolían, como la poca atención que recibió, el sentir que necesitaba hacerlo todo bien pero que nada se le daba. Expresó con todos su carga y rencor hacia las personas que ma la lastimaron, y esas personas fueron su misma familia.

Sueño de Morir (FNAF AU)Where stories live. Discover now