Sueño de Morir (FNAF AU)

~Capítulo 30~

Charlie estaba sentada en su tocador peinando su cabello sin prisa. Lentamente pasaba su cepillo por los finos hilos castaños heredados de su madre o de su tía, nunca le importó.

Revisó los cajones buscando algún accesorio para el pelo, escogió unas coletas y comenzó a jugar con su largo cabello haciéndose distintos peinados.

Largo cabello...

Recordó los elogios que su padre le dió a Michael y William cuando los vio luciendo su nuevo look. Dijo que se parecían mucho entre ellos y que era algo lindo.

Miro de reojo la foto que tenía colgando en su pared, en ella se veía una linda familia de cuatro integrantes, su mirada se posó sobre los más pequeños del cuadro, ambos indistinguibles al ser tan pequeños.

Volvió a verse fijamente en el espejo sacando unas tijeras de un cajón sin verlas, solo miraba sus propios ojos marrones en el reflejo.

Ella también podía parecerse a alguien...

[ . . . ]

Henry estaba tendido en el suelo de su habitación, estas fechas son muy pesadas emocionalmente para él y por ahora no contaba con William para que lo consolara.

Pensó en llamar a Clara para charlar con ella y distraerse, pero la mujer de su amigo no estaría disponible para él todo lo que abarca de la semana.

Extrañamente ahora se sentía peor. No quería relacionar la pelea de él y su mejor amigo con su luto, pero el dolor y la soledad que sentía en ese momento lo hacía pensar que ambas cosas le estaban afectando al mismo tiempo. Estaba considerando seriamente en volver a terapia pero no iría con Jenny, no porque fuera mala en su trabajo, si no por lo incómodo que sería ir a llorar a su oficina por segunda vez cuando ella misma considero que ya lo había superado.

No quería que Charlie lo viera en ese estado tan patético. Esperaba con ansias que alguno de sus amigos viniera por ella y se la llevara a jugar todo el día.

Escucho unos pasos acercándose a su cuarto, la única persona aparte de él en su casa era su hija. Se levantó rápido de el suelo y escondió su botella de licor debajo de la cama, se medio arreglo el pelo y se puso una chaqueta. Justo escucho golpes en la puerta.

–Papi, ¿Puedo pedirte un pequeño favor?

–Y-Ya voy cariño– Henry abrió la puerta encontrándose con la pequeña, pero había algo que le faltaba; su cabello.

–Es que... Se que estás muy ocupado pero quiero pedirte permiso para ir a jugar y también necesito ayuda con mi cabello, creo que lo dañe, no estoy en buen estado para salir así... ¿Me ayudas?

El pelinaranja no comprendía la imagen frente a sus ojos. No sabe si es por el efecto del alcohol o realmente estaba confundiendo la imagen de Charlotte con la de Sammy. Iba a ponerse a llorar pero no deseaba mostrarse tan frágil frente a la niña. Cerro la puerta de un golpe dejando a la pequeña muy confundida.

–Está bien Sa... ¡Charlotte! P-Puedes ir a jugar.

–Pero mi cabello...

–¡Lo arreglo más tarde!– Gritó conteniendo sus lágrimas y cayendo al suelo nuevamente.

Charlie salió de su casa un poco triste por la reacción de su padre. Se amarro dos coletas bajas y fue a donde estaban unos niños jugando, estos al verla corrieron hacia ella.

–¡Charlie!– Una rubia la agarro rápidamente dem. –Que bueno que llegaste, ¡Michael y Carlton me estaban molestando!

–¡No es cierto! ¡Ella nos empujó a un arbusto!– Ambos niños mostraron sus cortadas y algunas espinas que aún tenía incrustadas para defenderse de tales acusaciones.