🐇(𝟏𝟔)

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¡Contenido extremadamente sensible!
Mención de: maltrato físico, abuso infantil/sexual, muerte.

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Su postura demostraba lo sumergido que estaba en su propio mundo,⏤su mente⏤. Sus manos se entrelazaban entre ellas y mantenía sus ojos cerrados en aquel silencio; silencio interrumpido cada dos segundos por el sonido de la máquina de electrocardiograma y, el cual también, lo obligaban a exhalar por la nariz por lo enfurecido e irritado que eso lo ponía.

No era precisamente esa máquina de electrocardiograma y su estúpido sonido, sino la persona a la que estaba conectada en la misma con ese pulso colocado en su dedito y el parche en su pecho para dictar los latidos de su corazoncito.

Maldición, estaba muy irritado, y ese dolor de cabeza que traía desde que pisó el lugar lo aumentaba el doble; no se aguantaba ni a él mismo.

Sin embargo, la agobia era la causa de su dolor de cabeza. Todo se le estaba mezclando, la rabia, la impaciencia, lo molesto que estaba, la preocupación y el cansancio; todo conllevaba a que el estrés lo condenara.

Aún así, establecer un poco de calma era primordial para pensar y decidir qué era lo que haría luego de que todo acabe.

Ya era difícil para él.

Unos toques en la puerta le hicieron abrir los ojos despacio y bajar las manos. Giró su cabeza mirando sobre su hombro y vio a los chicos de antes que habían hablado con él con respecto a Yeosang, si no mal recordaba sus nombres eran Jennie y Jacob.

⏤¿Qué quieren?⏤Sí, él era así: tosco y amargado.

Excepto con cierta personita.

⏤Disculpe que los molestemos, señor Jongho, pero queríamos hablar con usted, a solas... ¿Por favor?⏤Pedía la mujer luciendo apenada y tímida, no tan similar que el otro muchacho cabizbajo y sin querer mostrar mucho su rostro, como si ocultara un terrible secreto.

Eso veía Jongho en él.

Sin muchas ganas se paró de la silla y se puso de pie sin hacer ni el más mínimo ruido. Antes de caminar a la puerta le dió un último vistazo al híbrido dormido en la cama y salió, cerrando el pórtico a sus espaldas.

Siguió a los otros dos hasta la parte de atrás de la clínica, llegando a un acogedor jardín con varios bancos y mesitas y con enfermeras que iban y venían con distintos pacientes híbridos a su cargo.

Admitía que ver el sol le aplacó sus negativas emociones. El cielo se mostraba bonito y la brisa era fresca, fue suficiente para relajarse un poco.

A continuación tomaron asientos en una mesita algo apartada del resto con un árbol dándoles sombra. Jongho les vio la cara a cada uno y supo enseguida que estaban a punto de contarle lo que sea que hayan estado escondiendo desde que tuvieron conversación con él acerca de Yeosang.

Una sensación de satisfacción se le instaló en el pecho.

La verdad siempre sale a la luz.

⏤¿Y bien? ¿Cuando me contarán el motivo de que Yeosang esté en una clínica?⏤Las esquinas de su boca formaron una sonrisa al ser espectador de un par de chiquillos con expresiones de haber sido atrapados en un crímen.⏤Sé que lo saben, y estoy harto, se los digo en serio, harto de que los de enfermería no sepan nada y de que yo tampoco en absoluto de porqué mi híbrido está postrado en una maldita cama de hospital y para colmo en estado crítico. ¡Así que será mejor que hablen ahora!

Ambos amigos dieron un salto asustados cuando Jongho le propinó un duro golpe a la mesa y obviamente no tenían más opciones que soltar la sopa de una vez.

𝐂𝐇𝐄𝐎𝐍𝐒𝐀, 𝐂𝐇𝐄𝐎𝐍𝐒𝐀 [RESUBIENDO]Where stories live. Discover now