𝐂𝐇𝐄𝐎𝐍𝐒𝐀, 𝐂𝐇𝐄𝐎𝐍𝐒𝐀 [RESUBIENDO]

🐇(𝟏𝟒)

⚠
¡Contenido extremadamente sensible!
Mención de: Desaparición, presuntamente asesinato/homicidio, muerte.

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4 días después.

⏤Y en las noticias de último momento; se ha encontrado el cuerpo de un hombre de veinticuatro años de edad de nombre Noh Yoonho, más conocido como Ayno por sus allegados. Esto ocurrió en la hora del mediodía y aún no se sabe con certeza cuál era el objetivo del muchacho. Se especula que entró a la fuerza a la casa de su compañero de trabajo, Park Seonghwa, para robarle sus pertenencias por la razón de que hallaron todo en desorden y varios objetos en mal estado. Pero se cree que no pudo ser un supuesto robo y, sin embargo, tuvieron un hallazgo del recientemente nombrado Noh Yoonho, sin vida. El Departamento de Homicidios aún están procesando el caso y, además, del híbrido del mismo dueño de la vivienda que desapareció durante este lamentable suceso...

⏤¿Puedes... apagar eso? Por favor...

Yunho miró a Seonghwa y asintió despacio para cumplir lo pedido, tomó el control y apagó la televisión, escuchando pronto un «Gracias» muy bajo. Por su parte quería seguir escuchando, pero incluso también no quería seguir escuchando. Era agobiante el hecho de que cuando prendieron la televisión, todo lo que se podía ver en los canales era la desaparición de un híbrido de conejo y la muerte de un hombre.

Y lo más terrible eran aquellas fotos de la casa de Seonghwa y en ellas el cuerpo tirado de Yoonho.

En ese instante que estuvo a punto de preguntarle algo estúpido a su amigo de cómo se sentía, San y Hongjoong entraron, enunciando su llegada con unas bolsas de comida y café negro; lo salvaron de hacer una ridículez, porque obviamente nadie ni nada estaba bien. Todo era horrible y se ponía cada vez peor que transcurría el tiempo sin saber absolutamente nada.

Sin saber dónde estaba Yeosang ni de quién se lo pudo haber llevado... Si se encontraba vivo aún...

Agregando también de quién pudo haber sido el responsable de la muerte de Noh.

La policía no decía nada a los periodistas, pero los chicos muy bien sabían que fue un asesinato.

Y era extraño, porque...

¿Alguien ya lo quería muerto o simplemente... salvaron al híbrido?

El Choi mayor depositó las bolsas en una de las mesas de luz, empezando de una vez a repartir a cada uno una bandeja de comida rápida; estuvieron casi un día y medio sin poder degustar algo y ya les empezaba a afectar, teniendo como base nada más que café.

La comida rápida no era lo más sano, pero por la situación en la que estaban no tenían cabeza siquiera para otra cosa mejor.

San le pasó la última bandeja a Hongjoong para que se lo entregara a Seonghwa, quien estaba ido, pálido y viendo a la nada sin gesticular palabra alguna. Y fue ese mismo hecho que los hizo sentir mal a los tres, pues en cuanto llegaron a Corea y dieron con su encuentro no hicieron más que tan solo reprocharle e interrogarlo, agregando que le echaron en cara la culpa de todo lo que pasaba, por no cuidar como se debía a Yeosang.

Por supuesto que así no era como debieron de tratarlo desde un principio y que el enojo e impotencia que sentían, y que los cegó, no era excusa para haber actuado así. Reaccionaron de tal modo que, si ellos se sentían así, no se imaginaban cómo estaría Seonghwa, siendo este el mismísimo dueño del híbrido.

Era obvio que la culpa recayó en ellos y más pesada que con su amigo.

Se mantuvieron en un silencio realmente incómodo, aunque no para Park, él estaba más en su propio trance, lidiando con sus pensamientos agobiantes. Sin embargo, los demás chicos se dieron cuenta que no había tocado la comida en sus manos, y San fue el que le pidió apaciblemente que comiera un poco.