Capítulo 68: Irremplazables

Start from the beginning
                                    

Ante sus palabras, me lo pensé seriamente, los minutos en silencio eran insoportables, se sentía la tensión en el aire, vi a Theodore de reojo y este se encogió de hombros, así que asentí, generando en ellos dudas, me levanté y Draco me sonrió, pero antes de que dijera cualquier cosa le di un fuerte golpe que lo lanzó hacia atrás.

Theo se levantó sorprendido, pensé que revisaría a Draco, pero se acercó a mí.

-¿está bien tu mano? - dijo y lo miré extrañada.

-¿no deberías revisar a Draco? - dije.

-Él dijo que lo golpearas - dijo encogiéndose de hombros - y sinceramente, yo esperaba que lo golpearas la misma noche del baile. Se lo merecía.

-Gracias, "amigo" - dijo Draco mientras sangraba de la nariz. - tus golpes se volvieron más rudos. - dijo levantándose. - ¿entonces con esto ya me perdonaste?

-No me hagas golpearte de nuevo - dije y alzó las manos en rendición. - si, creo que ya puedo perdonarte Draco.

Después de eso sonrió, pero antes de siquiera dar un paso Theo me tomó la mano y salimos de ahí, escuchando a Draco resoplar, yo me reí por lo bajo, mientras de reojo vi como recogió mis cosas y corrió tras nosotros.

(...)

Estaba segura de que los exámenes habían sido pan comido para mí, adoraba el hechizo que hacía que todo conocimiento de los libros entrara a mi cabeza, pero solo sería mío, después de todo, no sé si se puede tomar como trampa, aunque seguramente así sería, aunque ese hechizo ya fuera parte de mi invención y aporte a este mundo.

La cena con Viktor llamó la atención de todos, pero Theo y Draco no dijeron nada, Viktor al final me persuadió para desayunar, comer o cenar con ellos de vez en cuando, a lo que accedí alegrando a los búlgaros, y prosiguiendo a platicar de todo un poco con ellos.

(...)

Él día había llegado, me sentía nerviosa, y algo me decía que tal vez hubiese sido mejor entrar en el torneo en lugar de Harry, pero aquí estaba, preparándome para salvar a Ojoloco. Me había encargado de lo principal, los preparativos para lo que me había entrenado, sería esta misma noche.

Por ahora evitaría a la señora Weasley, como lo indiqué, los chicos habían ido en busca de una varita nueva, traía la poción escondida en mi túnica, mis armas base en mi bolso, y repasaba el plan una y otra vez, los nervios estaban queriendo salir a flote, pero me recordaba a mi misma que estaba lista para lo que viniera.

Y de pronto, choqué con alguien de lleno, el chico fruncía el ceño con disgusto, pues para no caer de bruces al suelo me sujeté de su corbata, ahí fue cuando caí en cuenta de que era un chico de Beauxbatons.

-Oh por dios ¿es el Ken o Ryan de Barbie? - dije y alzó una ceja.

-¿qué? - preguntó aun molesto.

-¿nunca te hicieron ver películas de barbie con tu hermana? - dije y me miró más raro.

-¿Cómo sabes que tengo una hermana? - ahora me acusaba de acosadora.

-Solo hay que darte un vistazo para saberlo - dije y pareció molesto. - bueno, ya que no hay caballeros - dije con ironía acomodando rápidamente su corbata - siento haber chocado con usted, dulce doncella de ojos color oro - dije haciendo una reverencia tomando ágilmente su mano de forma delicada y besando el dorso de su mano dejándolo de piedra - ¡lindo día preciosa! - dije antes de salir corriendo mientras pensaba "me dicen Romeo".

Cuando estuve lejos suspiré, tal vez en otra vida que no recuerdo fui todo un casanova, ¿acaso fui un rompecorazones? Y con eso, seguí una serie de pensamientos así para calmar mis nervios.

¡¿Soy Hermione Granger?!Where stories live. Discover now