¡¿Soy Hermione Granger?!

Capítulo 18: Esperanza

POV Jade/Hermione
Tenía que levantarme, no había sido petrificada y mi cuerpo luchaba contra el veneno con todo lo que tenía, si estaba resistiendo, tenía que haber una razón, era hora de buscar a los chicos, tenía que entrenar ahora más que nunca…

Ya era de mañana, por lo que los chicos deberían estar yendo a clase, por lo que podría sacar a los chicos sin ningún inconveniente. Al ir a la torre de Gryffindor en busca de mi maleta, encontré en el camino a la chica de Ravenclaw, que iba en dirección a la enfermería con los ojos llorosos y un ramo de flores, realmente parecía afectada.

Todo era silencio en Hogwarts, los murmullos de parte de los Slytherin me dejaban mucho que pensar, unos eran indiferentes a mi situación, otros estaban más que satisfechos, pero la persona que pensaba ver más feliz, alardeando por todo el colegio que había recibido mi merecido, simplemente parecía estar en las nubes.

Avancé más allá llegando a mi destino, no quería ver a los chicos en ese estado por mi culpa, solo me hacía pensar en mis hermanos, y como debieron sentirse tras mi muerte, era como revivir todo eso, y era lo que menos deseaba…

(…)

Llegué con los chicos, abriendo mi maleta, esperé unos instantes, no salían, así que tomé una bomba de humo de picante y la lancé dentro de la maleta para que lo hicieran, pero no sucedió.

— ¡Salgan de la maleta en este instante! ¡los necesito! — grité asomando mi cara dentro de la maleta.

Los chicos salieron rápidamente con los ojos irritados por las bombas, viéndome en mi forma astral, lo cual los sorprendió, pero alcé la mano para callarlos antes de que comenzaran con el interrogatorio que terminaría en un sermón.

— Bien, ahora escuchen, estoy inconsciente en la enfermería, veneno de basilisco, una ayuda me vendría de perlas, pues como ven, las cosas no están muy bien y el ambiente resulta algo caótico, necesito que consigan lagrimas del fénix de Dumbledore… — dije y la primera en salir de la impresión fue Ymir.

— Como ordene — dijo y desapareció en una sombra que se adhirió al piso.

— Gracias… — suspiré aliviada.

Me encontraba meditando junto a mi cuerpo inconsciente, no deseaba salir, no sabría como sentirme con todo esto, Dumbledore apareció por la puerta caminando de forma apresurada, parecía que estaba apresurado por averiguar algo, sacó una botella de su túnica, me miró afligido y analizándome.

— Espero que funcione — dijo viendo como las pocas gotas de lo que traía entraban por mi garganta.
Ante eso, comencé a analizar mi cuerpo, que comenzaba a sanar de forma lenta, al parecer era porque las lágrimas de fénix no me las dio al instante, aunque ahora que lo pensaba, no creo que su fénix lloré con cualquier cosa, les había dado una misión casi imposible a los chicos…

— Recupere su salud pronto, señorita Granger… sus amigos la están esperando… — dijo en un leve susurro. — Fawkes lloró esta mañana… — comenzó a contar — creo que lloró por usted… porque sabía que las necesitaba… — dijo mirando por la ventana — creo que los fénix son unas criaturas maravillosas… 

Se levantó y abandonó la enfermería a paso tranquilo, si el libro seguía con la trama tal y como era, entonces Dumbledore había sido cesado del colegio y se habían llevado a Hagrid, estaba preocupada, Hagrid no merecía estar en azkaban. Tal vez si me concentraba mi recuperación sería más rápida… me senté en la cama con las piernas cruzadas, dispuesta a cerrar los ojos y meditar, cuando escucho un estruendo.

— ¡NO! ¡ESO NO ES CIERTO! — Era la voz de Peeves seguida de varias explosiones — ¡DEJEN DE DECIR TOTERÍAS, FANFARRONES! ¡ELLA DESPERTARÁ Y LES DARÁ UNA PALIZA, COMO SIEMPRE LO HACE! ¡MI JEFA NO ES UN DEBILICHA COMO TODOS USTEDES! — Sonaba realmente enojado, por lo que seguramente unos Slytherin lo habían hecho enojar con algo que dijeron.