EXTRA I: 𝓮𝓶𝓹𝓽𝔂

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NÉMESIS HOLDER
¿Qué? ¿Pensabas que esto acababa aquí?
No, querido lector. Mi versión da para rato pero bueno te la resumiré.

Hace dos años que no veo a los Hossler, así como hace dos años que no salgo ni follo con nadie.
Pensaréis en Alden, no, jamás haría algo así con él.
Mierda, ese diablo me ha dejado marcada de por vida.

Aunque he de admitir que gracias a él me libré de Morgana, de tener que bailar frente a viejos en un prostíbulo o incluso de ser prostituida, básicamente porque él me compró.

Me retiré de la mafia italiana y dejé a un lado las venganzas porque joder esa mierda no trae nada bueno.
Debí haber escuchado a Gabriella.

Desearía poder decir que volví a ser la misma Némesis de antes de conocer al innombrable, porque sí, soy tan infantil que pienso que si no digo su nombre se me olvidará algún día, pero estaría mintiendo, y no, no volví a ser la misma.

Me siento...vacía. Sin ganas de hacer nada o ver a nadie.
Pocas veces me siento ya sucia por haber pasado por todo lo que mi supuesta madre me hizo pasar, porque él hizo todo de su mano por ayudarme.
A veces tengo recaídas y no soy ni capaz de verme al espejo y las intento superar pero duran días y días e incluso meses.

Fue un plan estúpido y se volvió más estúpido aún cuando ambos teníamos el mismo.
¿Qué mierda pretendía yo allí?
¿Por qué me gustaba tanto la idea de destruir a quienes odiaban a la misma persona que yo?
¿Por qué fui tan inútil?
Dios ahora mismo tengo tantas cosas en la cabeza y me cuestiono muchas otras que incluso me siento culpable de todo lo que pasó.

Podría haberlo evitado, podría haber evitado que Morgana me manipulara en mitad de la guerra, podría haber evitado que dispararan a Kai por proteger a su hermana e incluso podría haber evitado que se acercaran a cualquier Hossler.

Ya no solo por ese amor raro, si es que puede ser llamado amor, que había entre él y yo, sino porque de alguna forma les cogí cariño a cada loco que forma parte de esa familia.
Ni siquiera sé cómo.

A día de hoy me siguen atormentando las pesadillas de ese día y de todas las noches que intentaron tocarme, de todo lo que Morgana hizo conmigo y me despierto sin aliento buscando a alguien en quien tener apoyo pero no hay nadie.
Estoy sola.
Alex no está, el cabrón que casi lo mata tampoco y puedo dejar de contar porque no tuve a nadie más cercano.
Y no quiero meter a Alden en esto.

Morgana llevaba razón, me iba a ver sola porque los monstruos como yo merecemos estar solos.

¿Soy un monstruo? No lo sé.
De lo que estoy segura es de que fui una cabrona manipulada que se portó de la más inútil forma.

A veces, aunque fueran mínimas, me gustaría saber cómo están ellos, si siguen teniendo enemigos tan fuertes o si necesitan ayuda.
Esto último es estúpido, entre ellos son tan leales y fieles que se ayudan a ellos mismos y nunca se abandonan.

Otras veces me pregunto cómo está él.
Si sigue siendo tan frío, pervertido y vengador.
Si algunas veces me recuerda o si ha encontrado a alguien en su vida que se compare a la alteza de la frialdad y crueldad con la que puede llegar a tratar a la gente.

Es de locos fijarse en alguien con tan poca humanidad en cuanto a ajenos a su familia se refiere, pero yo, en medio de su oscuridad y mi fatídico plan, me fijé en él, no solo por su atractivo, sino por su oscuridad.
De alguna forma me veía atraída por su oscura y a veces retorcida mente.

Ni siquiera sé si él llegó a sentir algo real por mí, pero lo que sí sé, es que yo sería capaz de sentir por los dos.
Me negaba a ver lo que era claro, me negaba a admitir que sentía algo por él más allá de la atracción porque en mi plan de mierda eso no estaba dentro.
Me negué a dejar las diferencias a un lado por culpa de la venganza a su familia en vez de unirme a él y derrotar a Morgana.

Si me hubiera unido desde un principio, ¿qué hubiera pasado?
¿Habríamos estado juntos?
¿Sería una Hossler?
No, imposible, de ninguna forma.

Si lo nuestro fue un juego y él fue el rey en el tablero, me alegró ser su reina por un momento.
Me gustó caer en su juego y descubrir cosas de él que a decir verdad, no sé si fueron ciertas o solo era parte de su plan, no sé si sus sentimientos fueron genuinos o también fueron para engatusarme, pero me gustó.

Lo que sí sé, es que caí en el juego del gran Jayden Hossler, y fue un orgullo pelear a su lado, sentirse protegida y a veces querida.
Te preguntarás cómo se puede amar de una forma tan retorcida, y la respuesta es que no hay formas de amar concretas.

Cuando te enamoras de una persona aprendes a convivir con lo bueno y lo malo de ella.
Empiezas sintiendo esa atracción física y después hay algo que te ata a esa persona, te conviertes en alguien tan ciego que aprecias cada milímetro de su alma, cada centímetro de su piel, cada decímetro de su mente.

Empiezas a adorarlo y defenderlo sobre todo. Empiezas a sentir esa conexión que no se puede describir porque solo las dos personas que lo sienten tienen el poder de alabarlo.
Te acostumbras a que sea tu pilar, tu hombro sobre el que llorar, alguien en quien tener apoyo.
De alguna forma te complementa y cuando se va, te sientes vacío porque acostumbraste a ese alguien a formar parte de ti.

En cierta parte el amor es algo enfermizo y ciego, siendo a la vez uno de los más hermosos sentimientos que puedes llegar a sentir si es la persona adecuada.

Y él era la persona adecuada para mi perturbada alma.
Quizás no era el momento correcto.

JAYDEN [BETRAYED #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora