43: 𝕯𝖆𝖒𝖓, 𝖎𝖘 𝖙𝖍𝖎𝖘 𝖜𝖍𝖆𝖙 𝖎𝖙 𝖋𝖊𝖊𝖑𝖘 𝖑𝖎𝖐𝖊 𝖙𝖔 𝖌𝖎𝖛𝖊 𝖚𝖕?

1.5K 74 22
                                    

NÉMESIS HOLDER

Tenía unas ganas de vomitar horribles, sentía que el mundo se me desmoronaba mientras me sujetaba con fuerza a la pila del baño. En cualquier momento iba a desfallecer y no iba a haber nada ni nadie que lo evitara o me ayudara.

Por cada paso que daba, retrocedía tres, y me estaba frustrando en exceso y desmoronando a partes iguales.

Necesitaba salir de este puto apartamento y seguir avanzando antes que pudrirme de autocompasión y arrepentimiento. Si Nick quería jugar, le daría juego. Ni él ni nadie iba a arrebatarme lo que por condena me pertenecía, nadie más que yo destrozaría a Morgana. Haré que Nick se arrepienta de haber firmado ese papel, haré que su travesía para llegar a Morgana sea un verdadero infierno.

No iba a volver a llorar frente a un espejo, no iba a dejar que nadie ganara mi propio juego y equilibrara mi balanza a su antojo. Nick había querido ponerse en mi camino y yo no iba a dudar en poner una bala en su frente si me jodía.

Bajé las escaleras del apartamento con rapidez mientras llamaba a uno de mis hombres. Me preguntaba por qué Nick había hecho eso. No le concernía en nada ni alteraba su camino, realmente no tenía por qué hacerlo y pensaba descubrirlo y hacer sus ilusiones trizas.

Estaba molesta, enfadada y llena de rabia e ira, nada iba a apaciguarla hasta que esto terminara y estas estúpidas acciones solo hacían que todo fuera más rápido y precipitado.

- A la mansión Holder, ahora. Espero que hayáis cumplido con lo debido.- murmuré mientras encendía el motor de mi coche y me iba hacia la que era la casa de mis padres biológicos.

Nunca la había usado, principalmente porque no quería usarla y martirizarme pensando en las miles de posibilidades que podría haber tenido si mis padres siguieran vivos, así que la uso solo y exclusivamente para seguir con tratos, como el de ahora, porque sé que nadie dará por supuesto que haya movimiento en esa casa.

Ahora mismo, tenía tratos que cerrar, alianzas que cerciorar y sentencias de muerte que grabar en pieles.

***

Cuando llegué a la casa, puse una mueca nada más poner un pie en ella. Estoy harta de sentir nada más que odio, de torturarme pensando en posibilidades y en los malditos "y si..." ¿Cuándo pensaba llegar mi tranquilidad? ¿Cuándo se alcanzaba ese estado en el que estás a gusto contigo misma, con tu vida, donde el mayor problema que puedas tener es que se te rompa una maldita lavadora y no que te vigilen, que cuides tus espaldas las veinticuatro horas del día, que no sientas odio hacia cualquier persona que se te cruce o que puedas contar lunares en el cuerpo y no miles de cortes de cuchillos y heridas de bala?

Suspiré y seguí mi camino, avanzando hacia el sótano a paso firme, mentón en alto y mente fría. Quería que vieran a Némesis Holder, la mujer que quiere cobrar venganza por encima de su cadáver si hace falta, la que disfruta hundiendo a aquellos que siquiera piensan en herirla. La mujer que domina todo lo que quiere y no se preocupa por otra persona que no sea ella misma.

El problema es que no era la misma Némesis de hace casi un año, el dolor se intensificaba por mil y el odio estaba tan enredado que estaba deseando ser tocado un poquito para ser explotado con creces y herir a todos como lo hicieron conmigo.

Cuando llegué al sótano, observé el panorama. Quince líderes de la mafia, que había conseguido reunir en tan solo una semana en el burdel, reunidos en mi sótano de pie, ordenados en filas cuan soldados, algunos serios, otros con cara de querer irse, unos pocos observándome levemente...

Enarqué la ceja al comprobar que todos tenían la manga del brazo derecho, la mano dominante de todos, remangada, dejando su antebrazo al descubierto. Sonreí con malicia al ver que mis deseos habían sido cumplidos.

JAYDEN [BETRAYED #3]Where stories live. Discover now