JAYDEN [BETRAYED #3]

06: 𝔂𝓸𝓾'𝓻𝓮 𝓪 𝓭𝓾𝓶𝓫𝓪𝓼𝓼

No respondía.
Pasaban los segundos que se me hicieron eternos y no daba respuesta.

- Ellizabeth.- mi tono creo que fue lo suficiente que hizo que ella hablara.

- Porque...- parecía dudar.- Porque te seguí.- dijo bajando la mirada.

Miente.
Reconozco cuando la gente me miente y más si se trata de Ellie. Sus habilidades en mentir son considerablemente escasas.

- ¿Que hiciste qué? - pregunté.

Esta vez no vi un atisbo de mentira en su rostro porque me miró. Ellie no me miraría a los ojos mientras miente.

¿De verdad hizo eso?
Joder estoy rodeado de locas.

- Que te...

- ¡Joder Ellie que me enteré! - dije fuera de mí.- ¿Por qué hiciste eso?- y vuelta a ser muda.- ¡Responde! - elevé mi voz.

No quería tratarla así.
De verdad que no, pero estaba superando ciertos límites.
No tenía derecho a seguirme, ni ella ni nadie.

- Yo...tenía ganas de verte y cuando pasaba por Betrayal para ver si estabas allí te vi y entré. Después vi a Morgana y también vi cómo la seguiste a escondidas.- vale, esta lunática definitivamente me siguió.

- ¿Estás loca? - fruncí el ceño.

- ¡Solo quería verte un rato! - jugaba con sus manos, nerviosa.

- ¡Me seguiste! ¿Tienes idea de lo que es eso?

- Lo siento, es que pensé que estabas...

- Con Lenna.- reí ya fuera de mí.- Aunque lo estuviera eso no te importa ni te incumbe. Es mi vida Ellie.

- Luego vi a Morgana.- murmuró.

- ¿Hablaste con ella? - pregunté pasándome una mano por la cara.

Ella negó con la cabeza.

- Solo la reconocí cuando la seguiste.

- Está bien.- dije intentando calmarme.- Nadie se puede enterar de eso, Ellizabeth.- ella se quedó mirándome fijamente.- ¿Te enteras? - asintió.- Más te vale que no me entere de que la mafia sepa de que Morgana regresó, porque entonces, no tendré piedad y el hecho de follar contigo no me impedirá matarte.- pegué un portazo y salí de aquella casa.

Ahora debía de tener cuidado con Ellie porque sabe uno de los mayores secretos de los Hossler: Morgana. Me había molestado que me siguiera, se que puede ser un tanto obsesiva pero joder está pasando los límites de obsesión.

No paraba de darle vueltas. Ni siquiera se a dónde iba. Había dejado el coche aparcado hace rato y solo se que caminaba intentando maquinar cómo tener a Ellie controlada, a Morgana vigilada y a la morena jodiéndole sus planes. Tres malditas locas y todas juntas.

Iba tan absorto que ni me percaté de que empezó a llover si no fuera por la persona que me chocó al pasar corriendo por mi lado. Otra vez esa chica, la misma del club. Necesitaba saber quién era la mujer que no paraba de encontrarme hoy. Iba a llamarle, gritarle, hacer algo para que se detuviera, pero por sus prisas deduje que no iba a pararse por un simple grito. Entonces, cuando vi la pistola que se le cayó cuando se chocó vi la oportunidad perfecta ante mis ojos.

- ¿Se te cayó esto? - pregunté elevando la voz mientras le daba vueltas al arma. Una sonrisa ladina se adueñó de mi rostro.

Walther P99.

Una de las mejores pistolas dentro de la mafia, son pequeñas y fáciles de manipular, pero nada se compara con la Beretta de mis padres.

La chica se dio la vuelta y me miró entre la rabia y la sorpresa. Era morena pero no una cualquiera, era la morena de ojos miel, mi demonio. Mi interés y ganas de molestarla incrementaron.