Capítulo 32 Oportunidad

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- Esto tienes que grabartelo para siempre. -dos soldados aparecieron detras de ellos y sus alertas se dispararon. - la lealtad es la base de todo. Es el aceite para que los engranajes de un gran reloj funcionen correctamente.

Se pusieron al lado de ella con una bandeja de carbon caliente.

Miró fijamente la bandeja, intuyó lo que iria hacer.

-los hombres que me sirven, incluido los siervos que lustran mis botas me son leales. Darían su vida por mi si yo así lo pido.

Puso sus manos sobre sus hombros.

- ¿no crees que debo esperar más de ti?

- por supuesto, yo...

- no quiero que me lo digas. Quiero que lo demuestres nieta. ¿Qué tanto puedes hacer por mi?, ¿por nuestro legado?, ¿qué tanto sacrificarías por nuestra meta para con el mundo?

- lo que me pidas abuelo- se arrodilló bajando la cabeza. Eran respuestas que sabia debía decir, que complacía a su abuelo y ella estaba orgullosa de demostrarlo. Saber que él confiaba en ella porque ella confiaba plenamente en él.

...

Siguió retrocediendo.

Delgado.

Pálido.

Su piel pigmentada de manchas grises.

Casi podia notarse sus cuencas.

De su cuello sobresalía el color de sus venas e intuía que así eran igual en sus brazos y piernas.

Del lado de su mandíbula un pedazo de piel se caia notándose una parte del hueso. Y lo mismo pasaba en el dedo índice de su mano derecha, carne descompuesta que los tenía con manchas oscuras y con agujeros negros del tamaño de la punta de una aguja.

¿Qué era eso?

¿Cómo es que...

- entiendo que estés un poco aturdida por todo lo que tienes que digerir aún.- su postura no dejaba de ser imponente- Pero te aseguro que todo está bien. -se acercó sonriendo, y la parte del hueso se pudo notar aún más.

- tú no eres Ra's.

Su espalda por fin tocó la pared al lado de la puerta.

Como si estuviera en un sueño su mente por fín despertó. Ella lo vio morir. Ra's estaba muerto. Ella lo mató en el infierno.

-no seas insolente- mira a su costado donde acarició la funda de una espada.- tú padre te ha dejado mucha libertad al hablar al parecer. No controlas tu lengua aún.

Estaba atenta a cada movimiento de él. Buscando entender que sucedía. Pensando si debía quedarse a escuchar, saber lo que queria o salir de ahí. Estaba llena de dudas.

-pero tienes razón en cierto punto. Mi cuerpo no es el mismo.

Precavida a cada movimiento analizaba los movimientos ajenos. De esto se dio cuenta Ra's ofendiendose por ese actuar se acercó seriamente haciendo resonar sus pasos y alarmando a Daniela.

- Agachabas tu cabeza y postrabas tus rodillas ante mi no hace mucho de dos años.- se detuvo frente a ella obteniendo lo que quería. Sumisión por parte de la menor. - ¿Donde está el respeto que me merezco?

-tú no eres Ra's. -sus hombros, sus brazos, pegados en la pared y la inquietud en sus ojos por su presencia. -Él está muerto. Yo...

- fui incinerado por Slade, olvidado por mi propia hija, traicionado en ese infernal lugar de Trigon por mi propia nieta, ¿para qué ahora niegues que estoy existiendo ahora?, ¿Frente a ti?

Raíces [DC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora