[Terminada] Lo que Amo de Ti [Historia Lésbica]

Parte 50

Hola! les dejo cap :3 

Capítulo 50

Las ansias estaban comiéndose a Lily. Su pie daba golpecitos en el suelo y no dejaba de tronarse los dedos. Audrey y su ex llevaban media hora adentro de la sala. ¿Qué estaban haciendo? ¿A caso se iban a reconciliar? Lily no podía con tanta incertidumbre e indignación. Sabía que ella era la culpable de lo que le había pasado a Bonnie y no sabía ni en dónde esconder su cara de vergüenza.

—Creo que me marcho —dijo la mujer que había venido con Nora. Se puso de pie y se alisó la minifalda de mezclilla.

—¿No esperarás a tu amiga?

—Ella está muy bien sin mí —respondió Jade. Estiró los brazos para aligerarse la tensión y sacó su teléfono para enviarle un mensaje a Nora. La vería mañana en la escuela—. Tengo que descansar. Me duele todo el cuerpo. Nos vemos, pequeña.

Lily no contestó. Cruzó las piernas y los brazos, intentando mantener sus celos a raya. Quería derribar la puerta, entrar y saber por qué esas dos estaban tomándose tanto tiempo a solas. Estuvo a punto de irrumpir dos o tres veces, pero logró contenerse porque sabía que Audrey se enojaría más con ella si le hacía una escena.

Cuando estaba por intentarlo una vez más, la puerta se abrió y las dos mujeres salieron como si nada hubiese ocurrido. Nora tenía los ojos rojos y la nariz hinchada por estar llorando. Verle la cara hizo que Lily sintiera más culpa por haber provocado semejante tragedia, y cuando sus ojos se cruzaron con los de Nora, tuvo que apartar la vista. Se sintió pequeña a su lado.

Como si fuera su remplazo.

—Voy a llevar a Nora a su casa —dijo Audrey—. Vamos.

—¿Y la perrita?

Ninguna de las otras dos le contestó, y Lily volvió a sentir un nudo en el pecho.

Salieron del hospital veterinario. El coche de Audrey estaba estacionado junto a la banqueta. Nora no tuvo la más mínima consideración y abrió la puerta del copiloto para sentarse al lado de Audrey. Lily quiso protestar, pero cuando su novia le lanzó una mirada tajante, se dio cuenta de que Audrey no estaba de humor para escenas infantiles. Esto le provocó a Lily todavía más culpa y malestar. Se tragó el orgullo y se sentó en la parte trasera del coche, como una invitada que ha perdido todos sus privilegios.

Como mujer, fue un duro golpe a su ego.

—¿Así que en el Remington? —Preguntó Audrey, nada más para hacer plática—. He escuchado que es una buena escuela.

—Está bien para mí —contestó Nora, sin dejar de mirar por la ventana.

—Te adaptarás pronto. ¿Cómo es el laboratorio de química? ¿Lo has visto?

—Le eché un vistazo. No está mal. Hizo que sintiera vergüenza de las escuelas públicas.

—Eh, que yo estudié en una pública —rio Audrey y le dio a Nora una palmadita en la pierna—. Y salí muy bien de ahí.

—Ajá —Nora contestó sin ganas. Su mente estaba repleta de pensamientos, como si de alguna manera, el accidente de Bonnie hubiera marcado el final de una etapa y el inicio de otra.

—Mañana iré a buscarte al trabajo —dijo Audrey, ansiosa de que Nora le dirigiera la palabra. No quería que se enojara con ella por lo que había sucedido.

Lily paró oreja al escucharlo.

—¿Sí?

—Te llevaré a la clínica para que puedas ver a Bonnie. Imagino que te mueres de ganas por estar con ella ¿no?