Parte 39

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Hola gente! después de una monumental borrachera anoche con mi recatada madre (notese el sarcasmo), les traigo  cap. Espero lo disfruten y nos leemos pronto. 


Capítulo 39

Morgan la mantuvo entre sus brazos mientras Audrey simplemente se recuperaba después de haber llorado con un cigarro en la mano y una copa de vino en la otra. Subió los pies en el sofá y le frotó la espalda en un intento por calmar su dolor, cosa que no era sencilla porque no estaba acostumbrada a ver que una mujer tan capaz y segura de sí misma se estuviera derrumbando.

Amira, la otra mejor amiga de Audrey, miraba los mensajes que Nora le había enviado, pidiéndole perdón por haber terminado la relación y que seguramente estaría mejor sin ella, y que jamás había querido que las cosas terminaran así, que fuera feliz y siguiera adelante.

—¡Pff! —Bufó Amira—. No son más que palabras de manual. Una disculpa pendeja de una chica igual de pendeja.

—No la llames así —dijo Audrey, mirando a su otra amiga con cierto desdén.

—Es que...

—Ya, ya —Morgan la volvió a tranquilizar con un beso en la frente—. No vamos a pelear por ella ¿verdad? Hiciste bien en llamarnos. Lo mejor es que no estés sola. ¿Quieres algo? —Preguntó hablándole con voz baja—. ¿Salimos a desayunar o...?

—No tengo hambre —Audrey se separó un poco y se limpió los ojos. Había sido una noche dura, apenas había conciliado el sueño y sentía horrible en el corazón. La cabeza estaba matándola y tenía el estómago revuelto—. ¿Así se siente cuando la persona que más has querido en treinta años te manda a la mierda?

—Usualmente es peor —dijo Amira, dándole una calada a su cigarro. Siguió mirando el chat y llegó a los mensajes de meses anteriores. Los textos estaban llenos de corazones y palabras acarameladas que hicieron a Amira arquear las cejas. Jamás había visto a Audrey siendo tan dulce con una mujer—. Es obvio que Nora fue tu primera novia real.

—La primera —confirmó Audrey y se aclaró la garganta—. A mis treinta años ya no estoy para andarme con tonterías con alguien. Realmente quería algo serio. Incluso fui a su casa con intenciones de arreglar todo, de decirle que sería más comprensiva y que la ayudaría de otras maneras con tal de que ella se sintiera bien. Y ¿qué me encuentro? Un adiós —hizo una pausa y miró al vacío—. ¿Qué hice mal?

—La clásica pregunta que nos hacemos todos —suspiró Morgan con melancolía y le dio a Audrey otro beso en la frente—. Ya, chiquita. No te merecía.

—Yo sentía que sí.

—Te enculaste —rio Amira, todavía con el teléfono de Audrey en las manos. Vio unas fotos y sonrió—. Uy, llegué a una parte interesante.

—¿Qué es? —Preguntó Morgan,

La mujer enseñó la pantalla del teléfono. Eran unas fotos en ropa interior que Audrey le había mandado a Nora. En algunas de ellas no usaba sujetador y posaba delante del espejo. También había algunos videos de ella lamiéndose las tetas y otros un poquito más subidos de tono, metiéndose los dedos entre las piernas.

—Esperemos que no se le ocurra subirlos a internet —dijo Morgan.

Audrey miró la pantalla y aunque eran fotos eróticas, sintió nostalgia porque recordó cómo se había sentido aquellos días. Tenía el autoestima por las nubes, gozaba enviándole cosas así a Nora porque sabía que ella se manoseaba mirándolas.

—A mí nunca me has mandado cosas así, cabrona —dijo Amira, repitiendo una y otra vez el video donde Audrey se pegaba de nalgadas delante del espejo.

[Terminada] Lo que Amo de Ti [Historia Lésbica]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora