Parte 15

488 57 58
                                    


hola! cap de hoy :3 


Capítulo 15

Transcurrió un minuto para que alguien abriera la puerta, y durante ese lapso, Audrey se preguntó su habría sido mejor llamar antes de aparecerse como si nada en medio de la noche. No quería que Nora pensara que estaba acosándola o que era una impaciente que no podía pasar una semana sin verla.

En cuanto la puerta se abrió y Nora asomó la cabeza, Audrey sintió como si su cuerpo se volviera una pluma. Sin embargo, la maestra no saltó precisamente a sus brazos como si fuera una telenovela. En vez de eso, salió con timidez, rodeó a Audrey y le plantó un beso en los labios.

—Te quiero —susurró Nora, reposando la cabeza en su pecho.

Para Audrey esa fue la mejor bienvenida del mundo, y bastó esa demostración de vulnerabilidad para comprender que sus sospechas habían sido ciertas: la mujer estaba pasando por un mal momento y necesitaba de la compañía de otra persona.

—Me tenías preocupada —comentó, acariciándole los brazos—. ¿Qué ocurrió?

—Ay... —suspiró la chica—. ¿Para qué te cuento? No es más que lo habitual y empiezo a creer que yo soy la mala por sentir tanta frustración.

—¿Quieres caminar? La noche está fresca y vi un carrito de perros calientes en la esquina. Te invito.

Nora aceptó y salió de la casa. Se tomó la libertad de sujetar a Audrey de la mano (gesto que sorprendió a la otra mujer) y caminó con ella sobre la banqueta.

—¿Cómo está Bonnie?

—Te extraña —contestó para sugerirle que ya era el momento de hacerle una visita—. Le puse una vacuna que le hacía falta.

—Gracias. Te la pagaré apenas tenga dinero.

—Es nuestra. No te voy a cobrar por eso.

Audrey lo dijo como si fuera lo más natural del mundo, pero a Nora no le pasó desapercibido ese detalle, así que decidió recompensar a Audrey apoyando la cabeza sobre su hombro.

—¿Me vas a decir qué sucedió?

—Primero vamos a comer. No he cenado.

—¿A esta hora?

—No hay mucho que comer —mintió. De hecho, la cocina estaba llena, pero ella no quería consumir nada que hubiese comprado el cuerpo de Emma. Sabía que tal vez estaba siendo inmadura, pero era como una cuestión de principios.

Pidieron dos perros calientes y se sentaron en una banca estaba al otro lado de la calle. Nora le dio una mordida a su salchicha y se limpió la boca con una servilleta. Realmente estaba hambrienta y su protesta de no consumir alimentos de la cocina empezaba a parecer una tontería contra el sentido común.

—¿Y bien? —Preguntó Audrey, cruzando las piernas—. ¿Qué pasa?

—Pues... —y Nora le contó lo que había sucedido con su hermana y el trabajo en el que estaba metida. Le dijo que sus padres no reaccionaban porque estaban encantados con el dinero extra y hacían de la vista gorda.

—Vaya —dijo Audrey después de comerse el último pedazo de su salchicha—. Pues sí que está fuerte la situación.

—Me siento sola —confeso la mujer, mirando al vacío—. Parece que soy la única cuerda de toda la familia. Mi hermana es prostituta, mi mamá es infiel y mi madre bebedor que ha tirado a la basura cualquier esperanza de ser una mejor persona.

[Terminada] Lo que Amo de Ti [Historia Lésbica]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora