Parte 42

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Hola, les dejo cap :3 


Capítulo 42

El mesero se acercó y le ofreció a Stacy abrirle otra cerveza. Ella le enseñó su botella, todavía hasta la mitad. Era la única que había tomado en lo que iba de la noche. Nora, por el contrario, ya iba por la sexta o séptima, y empezaba a sentir los efectos y se había quedado callada durante unos minutos antes de volver a hablar.

—No fue mi culpa. Audrey y yo estábamos bien. Terminé porque era lo más sensato. La idea de hacerle daño con mis estupideces y mis berrinches, me asustaba. ¿Y sabes qué es lo que más me duele? Que ella fue a mi casa esa noche para pedirme perdón, para pelear por lo nuestro, para intentar arreglarlo todo porque yo era la mujer más importante para ella en ese momento. Y ¿qué hice yo? Me hice la valiente, la mártir, y le dije que se fuera al demonio.

Stacy hizo una mueca de dolor. No había visto la escena, pero se la podía imaginar y también, imaginar el dolor que Audrey había sentido.

—Me parece que tomaste la decisión más valiente, y al mismo tiempo, la menos indicada. ¿No había otra manera de hablar? ¿Que te diera tu espacio en lo que resolvías tus problemas?

Nora no respondió. Le dio otro sorbo a su cerveza y disimuló un eructo tapándose la boca.

—Esa mujer vale oro, hermana. Es cariñosa, inteligente, divertida, leal y sumamente apasionada. Cogía taaaan rico...

—¡Eh, no lo digas aquí! —Stacy se escandalizó por el comentario. No tenía problema con la sexualidad de su hermana, pero no le gustaba cuando Nora hacía alguna referencia al sexo entre mujeres y menos con esa voz de pervertida.

—Lo siento —la mujer se limpió los ojos con una servilleta—. Pidamos vodka. ¿Bebes conmigo?

—Esta cervecita es lo único de alcohol que voy a probar. Además, soy tu conductora designada. Tú dale. Viniste aquí a emborracharte ¿no?

—Cierto. ¡Eh, mesero!

La situación era triste, pero al mismo tiempo, un poco divertida para Stacy. Hasta antes de conocer a Nora, su vida había sido monótona y poco interesante. Sin embargo, el hecho de saber que tenía una media hermana era algo que le había despertado bastante curiosidad. Nora era una chica con cierto encanto y Stacy estaba contenta de ser la única de la familia de Edgar que la trataba bien, además del mismo Edgar.

El mesero volvió con un trago con hielo y Nora le dio el primer sorbo. El líquido le bajó, quemándole la garganta como si fuera ácido. Ella se lo aguantó y volvió a beber.

—Despacio.

—De repente sólo quiero caerme de borracha. Toda mi vida está mal. Han pasado meses, y siento que no he mejorado nada. Mi trabajo es una... no puedo decirlo, por respeto a los demás meseros.

—No tiene nada de malo ser mesera.

—Sí, lo sé. El problema es que se supone que me maté estudiando para maestra y no lo estoy ejerciendo. Me siento como si hubiese desperdiciado años de mi vida. Me da... me da miedo volverme vieja sin conseguir ningún logro importante. Como dice papá, tengo miedo de estar en mi lecho de muerte y arrepentirme de las cosas que no hice.

Stacy descansó el rostro sobre la mano y siguió escuchando las quejas de Nora por otra media hora; y en el transcurso de ese tiempo, la vio emborracharse hasta que ya no entendía ni qué era lo que quería decir. Entonces supo que habían llegado al final de la noche.

—Anda —dijo mientras la ayudaba a ponerse de pie—. Te llevo a casa.

—No quiero ir a casa —dijo Nora con la voz adormilada—. Quiero... quiero ver a Audrey y pedirle perdón.

[Terminada] Lo que Amo de Ti [Historia Lésbica]Where stories live. Discover now