Capítulo 6

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Eris.

Estaba decidida a terminar con todo esto de una vez, y para lograrlo necesitaba buscar el principio de toda esta estupidez.

Terminé aceptando volver a involucrarme en la investigación de la tonta secta a la cual habían pertenecido mis padres, en parte era para que Camille pudiese jubilarse, era lo mínimo que podría darle luego de todos estos años cuidándome. Aunque debía admitir que la otra parte era acabar con esto para poder liberarme del concejo y su vigilancia constante sobre mi.

No más exámenes.

No más espías.

No más rituales de limpieza.

Era perfecto para mí.

Para lograrlo necesitaba encontrar el pasado de mis progenitores, iba a hacer una larga tarea que sin duda se haría más fácil si me permitieran entrar a los archivos, pero al parecer ser una colaboradora en mi caso solo significa ser una carnada fácil para conseguir información más directa mientras Camille preparaba un gran plan secreto que tampoco sería parte intelectual de aquello. Aunque lo último lo comprendía, Camille era una persona inteligente que prefería pensar en todos los movimientos antes de actuar y para ello necesitaba bastante concentración, pero lo primero es solo una muestra de que el concejo me seguiría viendo como un enemigo que tiene bajo su control.

―De nuevo, ¿Qué es lo que buscamos? ―Nance preguntó mientras seguía pasando las páginas de los viejos anuarios.

―A un Kennet Koch, cabello negro, ojos grises y con un lunar en el centro de su frente.

―¿Koch?, ¿Me estás metiendo en algo ilegal?, porque ciertamente me entran dudas sobre si es algo sexy o temeroso. ―Rodé mis ojos.

―Solo armo mi árbol genealógico.

―¿Y... te lo han permitido?

―Si, por algo lo estoy haciendo. ―No era una total mentira, me involucraron en una nueva investigación y necesitaba tener más antecedentes. ―Tranquila, no estarás en problemas por esto, sino pudiera estar haciendo esto la bibliotecaria probablemente me hubiese cortado mis manos antes de acercarme. ―Ambos miramos a la señora de tercera edad que leía tranquilamente en su escritorio, se veía tranquila, pero si te metías con los libros, considérate perdido.

―Bien, confiaré en ti. ―Ella se levantó para sentarse a mi lado junto al anuario para seguir buscando entre las posibilidades de encontrar a Kennet. 

―Puede existir un Koch también entre los maestros.

―Te han dado bastante información. ―Yo me encogí de hombros mientras seguía en la búsqueda de cualquier foto en donde saliera mi padre. ―Quizás podrías preguntarle directamente al director, sabes que él te adora y apenas hará preguntas.

―Prefiero que sea el plan B. ―Él era amigo de Camille, podría contarle y eso sí podría ser un poco más complejo de lo que esperaba que fuese.

―¿Entonces pasaremos toda nuestra hora de almuerzo aquí?

―Puedes irte si es lo que quieres.

―¿Y perderme el conocer algún familiar tuyo?, claro que no. ―Ella empezó a pasar un poco más rápido entre las páginas. ―Necesito comprobar la genética que podrían cargar nuestros hijos.

Yo solo ignoré su último comentario, como siempre. No era extraño que hiciera ese tipo de comentarios, ya me había acostumbrado a la sexta vez luego de casi perder un pulmón por la tos que me provocó el comentario.

Mi relación con Nance era bastante buena, fue la primera persona que se me acercó al llegar acá y debía admitir que fue lo mejor que me pudo pasar pues las habilidades de ella eran mucho más avanzadas que las mías, lo cual me permitió ingresar con su ayuda al círculo de maestros un poco más en paz. Además, durante mis primeros meses me ayudó a preparar las clases y a veces cuidaba a Hades cuando debía realizar uno de los tontos rituales de limpieza o cuando empezaban mis migrañas. Nuestra relación avanzó luego de la fiesta de maestros al término del año académico en donde me besó sin pudor alguno al llegar a mi casa, no fue algo que me molestase, ella también me gustaba aunque nunca se lo he dicho, supuse que el aceptar sus besos y su afecto era suficiente muestra de eso, lo mío ciertamente no eran las relaciones, de ningún tipo, pero lo que teníamos era algo que aportaba en mi vida de manera positiva y era fácil, todo lo que necesitaba.

La Guerra de ErisWhere stories live. Discover now