Por toda la eternidad ✅

32. Mis sentimientos también importan

CHARLOTTE POV

La primera vez que vi a Jace según fue cuando le pedí una dirección para llegar a un salón de clases, y tal vez es verdad, pero lo más probable es que haya sido tan distraída para verlo con precisión, así que mi cabeza lo que recuerda es a un Jace Grey con un trago empapando su playera por mi descuido, y volvemos al principio, la primera vez que lo vi quedé anonadada por la gran belleza de la que tiene sobra, solo logré ver a un chico con facciones perfectas y un poco confundidas, sinceramente no tengo ni la menor idea de como logré comenzar una conversación civilizada con él al instante.

Estaba tan impactada por su belleza.

Bueno, fuimos creando una bonita amistad repleta de confianza, tanta como para olernos los pies, como para contarnos nuestros traumas con extrema rapidez. Yo estaba tan feliz de tener un nuevo amigo, uno con el que podía convivir sin miedo, porque si bien tenía a Luca, pero cuando salía con Garret no lo podía ver, y con el cambio de ciudad mucho menos, pero tenía a Jace Grey, el buen e inofensivo Jace Grey.

Enamorarme de él nunca fue mi plan, yo solo quería tener un amigo y mucha confianza para hablar, pero de verdad que ha sido inevitable no hacerlo, antes de darnos nuestro primer beso ya había tenido tantas ganas de darle uno pero no me animaba porque no quería confundirlo en sus sentimientos, tampoco quería aprovecharme, pero cuando él dio el primer paso estaba tan emocionada, porque durante toda esa tarde la tensión que se sentía con cada acercamiento era tan exasperante.

Volé la primera vez que le besé, sentí que algo cambió, y no solo en mí, sino también en él, y no me equivoqué al respecto.

Me sentía viva cuando cada tarde después de clases íbamos a mi casa y nos besábamos por largas horas, pero también me sentía tan mal, porque era lo único que hacíamos, ya no había picnics nocturnos o tardes de películas, solo había deseo siendo desquitado. Por eso sugerí al psicólogo, porque algo muy dentro de mí decía que Jace aun no sanaba ni siquiera al 60% y yo era su centro de distracción.

Cuando comenzó a ir al psicólogo y me confesó sobre la doble dependencia me sentí muy mal, porque quería decir que yo era un problema más para su cabeza, y lo último que quería darle era más problemas que llevar. Msentí mal pero también comprendí que nada de eso era mi culpa, y lo único que podía darle era mi apoyo para seguir adelante, y así fue, continuamos juntos y haciendo cosas de pareja, como los besos, las películas, el sexo, y presentar a nuestras familias.

Cuando lo llevé a Miami me sentí tan feliz de mostrarle mi vida, una parte de mi verdadera yo, pero a la vez sentía miedo por culpa de Garret, sentía miedo de que gracias a él Jace se alejara de mí al ver como me trataba o recordaba mi pasado, pero eso nunca paso, al contrario, me apoyó y me ayudó a enfrentarlo después de tantos años guardándose rencor.

Supe que me enamoré de Jace Grey Edwards.

Cuando me propuso ir a Austin me emocioné tanto que al quedarme sola baile de la emoción, canté y grité. El me quería mostrar cosas importantes, y eso solo indicaba un poco de más formalización, aunque fuera casi nula era emocionante, porque estábamos dando un paso nuevo juntos. Conocí a sus padres, sus hermanas, su casa, su habitación, su ciudad, el mirador tan importante, conocí a Charlie y un poco más de su historia, también conocí sus sentimientos, y eso es casi lamentable, fue casi al instante que supe que Jace se había puesto triste después de mostrarme los dos últimos lugares, y yo de forma ingenua pensé que solo le había entrado una melancolía corta que terminaría en cuanto abordáramos el avión, pero no fue así, tal melancolía continuó durante largos y varios días.

Por más que le mandaba mensajes o llamadas él las rechazaba descaradamente, porque yo no tenía que esperar hasta el último tono, no, me colgaba la llamada al primer tono, y en el caso de los mensajes los dejaba con doble palomita color azul. Todo esto me llenó de dolor ¿Por qué si habíamos dicho que nos gustábamos ya no me contestaba?, ¿acaso era todo un experimento para saber si aun puede enamorarse?, ¿me había estado engañando todo este tiempo?

Millones de preguntas llegaron a mi cabeza durante todo este largo tiempo, y tristemente con cada pregunta mi cabeza lo estaba justificando, estaba yo volviendo al principio, a dejar que un hombre hiciera lo que le viniera en gana conmigo, que me dejara de buscar por días mientras yo me arrastraba detrás. Pues no. Por mas que me doliera siempre estoy yo primero, mi corazón está primero, así que decidí dejar de insistir, y parece que tal cosa hizo que volviera.

Hoy por fin ha regresado a la universidad, por fin le he visto la cara de nuevo, después de días sin siquiera escuchar un suspiro por su parte por fin lo veía de nuevo, y siendo sincera, lucía fatal, tal como en un principio. Lucía cansado, desarreglado, somnoliento, enojado, triste

Tal como en un maldito principio.

No tengo ni la menor idea de que le ha pasado durante los días ausentes, pero estoy segura que no ha sido mi culpa, y no debería sentirme culpable, tal vez si debería sentir pena, pero no culpa, y a nada va a justificar. Nadie merece ser ilusionado y luego ignorado. Yo no lo merezco, no voy a volver a vivir la historia, aun así Jace Grey Edwards me encanta y cada vez que lo veo lo quiera abrazar o besar, no, no volveré a cometer el mismo error.

Me lo jure, ningún hombre va a volver a lastimarme.

Sé que él no es igual a Garret en nada, excepto en una cosa, ambos tienen deficiencia de responsabilidad afectiva, yo sé que Jace tiene sus problemas, de eso estoy muy consciente, pero él también lo es, es consciente de que aun no esta totalmente sanado y aun así continuó avanzando los sentimientos de ambos, y no lo culpo del todo, yo también era consciente de su estado emocional y aun así no le puse un alto a la extraña relaciona que estábamos manejando.

Pero eso se acabó.

Cuando le he ignorado me sentí una mala persona, porque de verdad se veía pésimo tanto física como mentalmente, quise darle un abrazo pero me contuve con todas mis fuerzas y saque las agallas para enfrentarlo y decirle lo que tenía atorado en mi pecho desde un principio.

Vamos a hablar cuando yo esté lista porque parece que él ya lo está, hablaremos y aclararemos todo, y esta vez pondré un alto.

Lo comprendo, pero me ha lastimado, y eso no lo borra ningún perdón tan simple.