Por toda la eternidad ✅

19.

Durante las siguientes semanas, todos los días, básicamente iba a casa de Charlotte y desde que llegaba nos sentábamos en el sofá para besarnos durante un largo rato, hasta que el hambre nos venciera, sólo era eso, besos insignificantes sin ningún sentimiento de por medio. Yo ponía mi mano en su mejilla y ella en mi cuello y ahí nos manteníamos gozando el uno al otro, a veces ella se colocaba sobre mí, o ella se recostaba en el sofá y yo me posicionaba sobre ella.

Pero solo hasta ahí, besos completamente vestidos y únicamente en el sofá, todo completamente casual. Lo mejor de todo es que no me sentía culpable, me sentía vivo, feliz, en ocasiones muy feliz, tanto que tenía que salir a respirar.

Todo estaba a la perfección hasta un día en particular, durante una tarde de besos con Charlotte regresé a casa y vi que tenía varias llamadas de Camill y uno que otro mensaje en los que decía que se sentía triste porque no habíamos hablado mucho. Y lloré, lloré mucho, porque no estaba siendo un buen hermano mayor, estaba ignorándola o no dándole la atención necesaria, había prometido una cosa, quererla y cuidarla, y lo estaba incumpliendo por unos besos, así que toda la semana siguiente se la dediqué a Camill con facetime , llamadas, mensajes, todo lo posible para hacerle saber que estaba ahí. E ignore a Charlotte, no porque quisiera, sino por el tiempo dedicado a mi hermana, pero la verdad es que me estaba muriendo por ir y colocar una mano en su mejilla y otra en su cadera.

Camill me hizo muchas preguntas sobre la Princesita, quería saber todo de ella, y mientras más sabía de ella menos se enojaba o se deprimía, eso me encantaba y me hacía feliz, porque ella la estaba aceptando, y eso realmente era importante para mí. Charlotte estaba generando un gran cambio en mí que incluso mis amigos estaban notando, y eso los hacía felices, incluso a Daphne, ella era la más emocionada, y cada que llegaba molestaba con que le contará que habíamos hecho, cosa que no le contaba en absoluto, porque era momento Jace & Charlotte.

Me encantaba aparecer durante las madrugadas porque eso indicaba que Leo y Daphne habían terminado sus ruidos extraños, porque sí, ellos ya estaban teniendo la confianza y el suficiente amor para tener sus intimidades, así que prefería salir y divertirme con lindos labios rosados, a traumarme de por vida, y Ken hacía básicamente lo mismo, a veces prefería quedarse en casa de Sucy.

Todo era feliz y tranquilo hasta que ella hizo la propuesta.