11. Es Mi Culpa

13.6K 1.7K 1K
                                    

Respiro con fuerza y me doy vuelta por toda la cama tratando de encontrar paz. Mi pecho duele, mis ojos arden, y mis dientes rechinan entre sí. Me siento de golpe en la cama sintiendo el sudor recorrer mi cuerpo y tratando de respirar con normalidad, coloco una mano en el pecho provocando una mueca de dolor.

Soñé con ella otra vez.

Miro el reloj a mi lado y es junto la hora en la que tengo que comenzar a alistarme para ir a clases. Ignoro el reloj y sus minutos pasar, solo sigo frotando mi mano contra mi pecho para calmar el dolor de este. El sonido de una notificación llega a mi celular haciendo que lo mire con intriga.

Buenos Días, Texano.

Aprieto la mandíbula y unas grandes ganas de llorar se apoderan de todo mi delicado y vulnerable cuerpo. Lanzo una figura de arcilla de mi mesa de noche al piso con todas las intenciones de que se rompa y tal vez lograr calmar mi enojo, mi culpa.

En el sueño Charlie preguntaba por Charlotte, y ella se enfadaba porque salía con ella, porque decía que la olvidaría si estaba con alguien más, pero yo jamás haría eso, yo jamás la haría sentir mal y ella a mi tampoco.

No debí de disfrutar la noche con ella.

La puerta se abre de inmediato dejándome ver a Ken con cara de susto, observa el piso y luego a mí, brinca los trozos y viene a darme un abrazo y hacerme sentir seguro. Vaya que lo necesito.

—Tranquilo, no pasa nada... —susurra acariciando mi cabello.

—Sí pasa—sollozo sobre su hombro.

—¿Qué ocurre?

—Yo nunca la voy a olvidar, ¿verdad que no? —murmuro entrecortado por mis sollozos.

—Claro que no, solo aprenderás a vivir, siempre estará en tu corazón y la vas a recordar.

—¿Y si no es así?, ¿y si la olvido?, ¿y si no la estoy queriendo lo suficiente?

—¿Te sientes culpable por salir con Charlotte? — Toma mi rostro entre sus manos y hace que lo mire. Sorbo un poco por la nariz y asiento.

—Sí, mucho. Soñé a Charlie y ella estaba enojada.

—Jace, ella lo que quería era verte feliz.

—Pero estaba muy enojada...

—Así lo soñaste porque no dejas de pensar en eso, tienes que dejar de hacerte esas ideas.

—No puedo evitarlo, si ella tan solo hubiera dejado una carta, un mensaje o algo diciendo lo que ella quería para mí o por que se paró en la orilla de todo, te aseguro que mi vida sería más fácil.

Un silencio gigantesco se absorbe en mi habitación mientras él sigue abrazándome para calmarme, cuando finalmente logró estar más tranquilo Ken se pone de pie y me mira mientras limpio las lágrimas restantes de mi rostro.

—Quédate hoy en casa hasta que te sientas mejor, ¿okay?, le contaré a Daphne y a Leo para que no se preocupen por tu ausencia.

—Muchas gracias, te quiero.

Sonríe y revuelve mi cabello ya desordenado.

—También te quiero.

Sale de la habitación y cierra la puerta dejándome encerrado en mis cuatro paredes repletas de tristeza y recuerdos buenos que lo último que me traen es una sonrisa.

Otro mensaje más llega al celular haciendo que lo mire.

¿Quieres una rebanada de pizza para el almuerzo?, una pizzeria me queda de paso.

Por toda la eternidad ✅Where stories live. Discover now