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Andromeda se mirófrente al espejo mientras Sofia le acomodaba la gabardina roja. Tambirn le acomodo el cabello rubio dorado y dejó un beso en su mejilla con cariño. Llevaba pantalón negro abajo y botas con algo de tacon.
-te vez perfecta.
La menor bajó la cabeza. Solo perfecta físicamente.
-si-contesto Andromeda-como la chica más afortunada del mundo.
Quien la viera,con ese cabello rubio como el oro,piel perfecta, figura perfecta,ojos perfectos. Andromeda sabía que cuando pasaba por algún lugar todos levantaban sus miradas,alababan su belleza o la envidiaban.
Si tan solo supieran todo lo que esos ojos verdes hermosos y la sonrisa amable ocultaban.
-Lena-llamo Sofia.
-perdón¿que?
Sofia le sonrió y negó.
-nada,solo debemos irnos ya.
Andromeda asintió,Klaus se había ido hace algunas horas,dijo que volvería a Forks. Con la intención de ver a Lilith.
Andromeda se dio la vuelta y tomo aire antes de salir de su antigua habítacion. Camino lentamente por los pasillos en donde había compartidos risas con su familia. Toda esa casa estaba no solo llena de fotos familiares si no también de recuerdos hermosos que ella hubiera querido que durarán mas.
Andromeda intento no mirar las fotos de la casa y camino a la salida de atras. Cuando salió de la casa se quedó congelada cuando vio a Lizzie.
-debo preguntar,¿que haces en mi jardin?
La rubia llevó sus manos a la espalda. Sofia se colocó detrás de Andromeda.
-quería saber si estabas bien.
Andromeda soltó una risa y camino hacia su amiga.
-que tal si te digo algo Elizabeth,que te eligiera a ti en lugar de Kol no significa que seamos amigas.
-Panda...
-¿donde esta la puta de tu Madre?-gruño Andromeda.
Lizzie bajo la mirada.
-no lo se,huyo.
-bien,cuando vuelvas a hablar con Mami dile que la mataré.
Andromeda pasó alado de Lizzie y empezó a caminar al bosque desapareciendo de la vista de las otras dos.
-Sofia-llamo Lizzie. La chica volteo a ver a la rubia.
-adiós,Lizzie.
-espera.
-tomaste tus decisiones-dijo Sofia-decisiones que yo no estoy dispuesta a aceptar así que vive con las consecuencias de estas.
La sacerdotisa se dio la vuelta y siguió el mismo camino que Andromeda, cuando la encontró estaba acariciando a Rhaenyra mientras Mangata corría a su alrededor.
