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Cuando Percy se repuso del hecho de que Quiron no era su profesor, dieron un lindo paseo por el campamento. Pasaron frente a la cancha de vóleibol, Percy pudo distinguir a Andrómeda sentada algo alejada de la cancha hablando con un chico algo mayor que ella.
—¡Lo logré!—grito Michel sacando del empaque una cámara—¿por qué me manda una cámara? A mí no me gusta fotografiar
—No seas malagradecido—dijo Andrómeda señalando, bajo su dedo espantada —Dioses, soné como Silena
—Si lo hiciste —dijo su hermano sacudiendo la caja —trae una nota...
Andrómeda volteó y sonrió al ver a Percy y Quiron.
—Te veo después Michel—informo levantándose
—¿No quieres leer la nota?
—¡Adiós!
Grito acercándose a Percy y Quiron
—Hola, ¿Qué te parece el campamento Percy?
El de ojos verde mar la observó y se preguntó como alguien podía verse tan bien.
—Es muy linda, lindo —se corrigió de inmediato haciendo a Andrómeda reír
—¿Les molesta si los acompañó Quirón?, tengo que ir a mi cabaña.
—Puedes acompañarnos, Andrómeda.
Pasaron por los campos donde los campistas recogían fresas.
—¡Hola Andy!—grito quien parecía ser Pólux, era el gemelo de Castor
—¡Hola Pólux!
—¡Soy Castor, futura esposa!
Andrómeda negó algo sorprendida de que Pólux no supiera lo que le paso a su gemelo.
—¡No! ¡Eres Pólux! ¡Castor está en la enfermería porque la broma para los de Apolo salió mal!
Pólux dejó caer la canasta de fresas y salió corriendo en dirección a la enfermería. Percy veía todo con curiosidad y Andrómeda le sonrió.
—Puso bombas fétidas en la cabaña cuatro, Castor no alcanzó a huir —dijo ella en un susurro recordando como apalearon al hijo de Dionisio.
Aunque Percy quería saber el porqué era su futura esposa.
—Grover no tendrá problemas, ¿verdad?—pregunto Percy—Es un buen protector. De verdad.
Andrómeda sonrió enternecida al saber que Percy le tenía aprecio a Grover. Además, el señor D no parecía molesto, más bien preocupado, estaba raro, más raro de lo normal.
—¿Significa que también existe el inframundo?
Andrómeda se sorprendió al escuchar al chico preguntar eso.
