44

1.2K 149 27
                                    

44

                                                                                                             

Cuando abrió los ojos el día anterior, Taehyung por un momento quedó desorientado al ver las paredes blancas que le rodeaban y, el pánico de no poder mover el cuerpo, lo había hecho llorar. Sin embargo, su ángel de la guarda Park Jimin, apareció para socorrerlo.

Después del control que pasó por la doctora a cargo, pudo respirar más tranquilo; que no pudiese moverse mucho aún significaba que su cuerpo aún tenía los efectos del analgésico y el dolor de la quemadura solo hacía que se encuentre en un estado mucho más sensible. Entre lágrimas, Jimin le prometió que encerraría al hombre que le había lastimado, le contó que Yoongi lo ayudaría y Taehyung no pudo estar más conmovido con ese sunbae.

Estaría agradecido con él de por vida.

Tae le contó a Jimin que había sido Yoongi aquel que lo auxilió primero y quien estuvo a su lado hasta llegar al hospital, donde cayó inconsciente. Su mejor amigo no dijo mucho sobre Min, pero Taehyung, al ver sus ojos, supo que había tocado fibras de su corazón.

—Taehyungie sunbaenim, haré toda su tarea así que no debe preocuparse por eso. Por favor recupérese pronto, ¡hwaiting, sunbae! —Le alentó una de sus pequeñas hoobaes de la universidad, al borde del llanto. La pobrecilla se había puesto muy emotiva con la noticia del accidente de uno de sus sunbaenims favoritos.

—Ya, Soo, deja de llorar o harás que Taehyung llore también —le dijo uno de sus otros amigos—. Taehyung-ah, te invitaré muchos bocadillos deliciosos si vuelves pronto, ¿entendido? Recupera fuerzas.

—Gracias, Soo, hyungie, ¡gracias a todos por venir! —se despidió con los ojos llorosos, conmocionado por todo el cariño que había recibido de sus compañeros en aquella visita.

Jimin les había avisado del suceso horas atrás y desde muy temprano se pasaron a visitarlo, lo que lo había emocionado muchísimo. Su habitación se veía preciosa con peluches, flores y cartas en las que lo animaban a recuperarse; era un chico muy afortunado, tenía los mejores amigos del mundo.

—Es una pena que Bogum no haya podido venir... lo escuché muy afligido. Parece que una reunión en la empresa de su padre le imposibilitó llegar —Le comentó Jimin, mientras le ayudaba a acomodar el brazo sano que estaba medio adormecido. Taehyung hizo una mueca de dolor—. Prometió que vendría apenas viese una oportunidad de escapar. ¿No es lindo?

—Sí, lo es —murmuró con un mohín en los labios. Conociendo a ese hyung, seguro se estaría sintiendo muy culpable por no estar presente—. Dile que no tiene que apurarse, ¿sí? Ya estoy bien, voy a recuperarme con éxito.

—Ya, sí que lo harás. ¿Quieres un poco más de gelatina? Si la enfermera vuelve y no te lo has terminado, te va a meter la cuchara hasta la garganta.

Taehyung abrió de inmediato la boca.

—¿Y... tu novio? ¿Se fue?

—¿Qué novio?

—Hablo de Yoongi hyung, por supuesto.

—Él no es mi novio.

Kim rodó los ojos y resopló.

—Si han salido en citas, amigos no son, Minie —Tae alzó una ceja, mirándolo con obviedad.

—Pues eso somos, Tae, amigos —refutó el rubio. Jimin se cruzó de brazos—. Cuando dije que no quiero nada serio con hombres mayores, lo decía en serio. No pienso volver a cometer un error tan estúpido. No soy tan imbécil, ¿sabes?

All of my LifeWhere stories live. Discover now