43

1K 145 26
                                    

43

                                                      

  

Con una perezosa sonrisa en los labios, Jungkook se acomodó los audífonos en los oídos antes de pasar a recoger su maleta en el área de equipaje en el aeropuerto. Ya de regreso en Seúl, estaba feliz de aun poder sentir en el pecho el calor de Suncheon. Aquella vibra de paz seguía allí. Le respondió con una carita feliz a Namjoon, quien le había escrito que ya estaba esperándolo afuera junto a Soobin y Hwayoung, su hermana, quien había insistido en que esa tarde no iba a escaparse de ella.

—¡Tío Koo! ¡Aquí estoy! —Soobin, sobre los hombros de su padre, sostenía un dibujo y gritaba como podía, esforzándose al máximo por ser escuchado por su tío, quién miraba a todos lados fingiendo no notarlo—. ¡Tío Kookie! ¡Aquí, Binie aquí!

Al lado de Namjoon, se encontraba una sonriente Hwayoung que alzaba los brazos y saltaba para hacerse notar también. Sin hacerse de rogar más, se acercó a ellos, atrapando a Soobin en el aire.

—¡Kim Soobin! —Le regañó su padre, tomado por sorpresa y con el corazón en la boca al pensar que el niño se le iba de narices al suelo.

—¡Tío Kookie! No me viste... te extrañé. Toma, dibujo.

—¡Oh! ¿Esta obra de arte es para mí? ¿gratis? Oye, ¿cómo creces tan rápido en unos días? En cámara te veías más chiquito.

Soobin se ríe y lo abraza con más fuerza. Jungkook aprovecha en saludar a sus mayores antes de ponerse en marcha fuera del puerto hacia el estacionamiento, donde el auto de Namjoon los esperaba.

—¿Cómo es que te me pierdes tan seguido, uhm? Ya estoy por regresar a los Estados y sigues escapándote de mí, Kook-ah. Qué injusto eres.

—Ve haciéndote la idea de que seguro este es el único almuerzo que vas a tener en un buen tiempo, noona. Ni yo lo veo tantos días.

—¿Es así, Min Jungkook? Yo no te he criado así.

—¡Hyung, no mienta! Noona, ahora sí estoy más libre, de verdad —le aseguró—. He trabajado duro para descansar unos días, prometo que podremos salir más días y, además, con Yoongi hyung. Por cierto, ¿no dijo que venía?

—Creo que ha tenido un percance —comentó Namjoon al llegar al lugar en donde se ubicaba su vehículo. Abrió la maletera—. Ahora que lo mencionas, me pidió el número de un colega, no sé si recuerdas que ayudó hace un tiempo con unos papeleos de Essence... ¿Lee Jihyeok, se llamaba?

—¿Lee Jihyuok? ¿el abogado?

—Sí, sí, ese mismo —chasqueó los dedos, dándole la razón.

—Tío Kookie, conmigo —Soobin le haló de la mano hacia la parte trasera del auto. Hwayoung fue al frente y Namjoon se acercó a la silla del menor.

—¿Hyung quiere el número del abogado Lee? Creo que sí guardé su número, voy a buscarlo.

—Sí, está bien. Me comentó de un problema que un amigo ha tenido, no me dio muchos detalles, solo me dijo que más tarde me contaría. Por cierto, ¿sabías que tiene también un cachorro? Yo recién me entero. ¿Por qué todos tienen uno y yo no?

—¡¿Hyung tiene un cachorro?!

¿De cuántas cosas pudo haberse perdido en un par de días de viaje? Jungkook estaba más que asombrado. Miró a Hwayoung con suspicacia, con los ojos entrecerrados y una ceja alzada.

—Noona, ¿acaso... estás embarazada también?

—¿Eh? ¡Pero qué cosas dices! ¿Estás loco? —Young le dio una mirada de horror y Jungkook se carcajeó con ambas manos sobre el abdomen—. Suficiente he tenido con alimentar criaturas como Yoongi y tú. ¿Para qué quiero más? No soy tan masoquista.

All of my LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora