Día 3: ¡malhumorado por la mañana!

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Tom se movió incómodo entre las sábanas de su cama, no había dormido en lo absoluto durante toda la noche al tener que trabajar un turno extra en su empleo con un jefe idiota que no lo dejaba de molestar. Thomas no odiaba exactamente su trabajo, pero casi no podía ver a sus amigos y pareja, tenía menos tiempo y tenía que lidiar con un montón de idiotas que no sabían que hacer en el trabajo o como lidiar con sus propios problemas.

Su jefe tampoco era de ayuda. Su jefe era un hombre anciano de más de cincuenta años de edad, pero aún así tenía una apariencia encantadora. El hombre era de cabello castaño oscuro, ojos verdes como una mismísima esmeralda, piel ligeramente morena y un cuerpo trabajado, pero tenía una personalidad de un verdadero hijo de puta. Más de una vez había hecho que Tom trabajará más tiempo del que debería durante sus turnos de noche, llegando entre las tres o dos de la mañana, que para cuando llegaba ya se encontraba a su novio dormido cómodamente en su habitación al igual que sus amigos. Extrañaba poder sentir a su novio a su lado luego de un largo día de trabajo, quería sentir su calor y los diminutos besos que le daba de mala gana, quería escuchar las risas de sus amigos y poder divertirse. Pero no podía pasar por eso.

En este día, aproximadamente las siete de la mañana, hora en la que solía despertarse cuando era más joven con sus amigos para desayunar y pelear con su ahora novio. Agradecía que su jefe, Yanov, le había permitido un día completo de descanso por trabajar tantas horas ante sus pies como un esclavo. Pero no quería hacer nada, se encontraba malhumorado y cansado de tanta mierda que tuvo que soportar, y por ahora solo iría a comer algo y se volvería a acostar para al día siguiente volver a sufrir.

Tom suspiro pesadamente pasando sus manos por su rostro, estaba cansado y lo único que deseaba era poder comer algo y volver a acostarse. Y quizás, conseguir algún tipo de cariño de su novio, pero sabía que esté se había ido a trabajar y volvería en unos minutos, cansado y destruido.

Tom se levantó, vistiéndose con una remera de color negro, unos shorts con diseño de cuadros de ajedrez y unas pulseras con el mismo diseño. De manera perezosa bajo las escaleras encontrando que la casa estaba completamente sola, el único ser presente era aquel felino que había odiado por mucho tiempo, Ringo. El minino dormía en el sillón se cuero rojo mientras movía su cola lentamente, tranquilo y relajado.

Thomas camino hacia la cocina, comenzando a preparar algo simple para desayunar y luego volver a su habitación, seguía malhumorado. Pero de repente se escuchó la puerta abrirse, Tom no le dio importancia realmente, pero cuando sintió unos cálidos brazos rodear su cintura y un suave caballo acariciar su mejilla su semblante serio se volvió uno relajado y feliz.

—Tord... ¿Cómo has estado?— Tom se dio vuelta, encontrándose con los brillosos ojos plateados de la persona que amaba, y odiaba de vez en cuando. Tord sonrió ampliamente, enseñando aquellos brillantes dientes y afilados colmillos.

—Estuve bien...— Tord hablo en un tono bajo, —Te extrañe...— murmuró avergonzado, pues el nunca admitía cosas de ese estilo, pero realmente lo había extrañado, no lo veía junto a el cuando dormía, no podía abrazarlo las veces que quería o tan solo robarle un beso que terminaba en algo subido de tono. Y ahora cuando lo vio, su corazón latió con felicidad.

Tom río de manera burlona, no siempre podías escuchar algo como eso viniendo de Tord Larsson, —Tambien te extrañe commie...— Thomas lo beso, era algo dulce y tranquilo, sus manos recorrían el cuerpo de su acompañante hasta tomarlo de la cintura y pegarlo a su cuerpo, podía sentir el calor corporal de Tord subir con cada pequeña cosa. Había extrañado sus labios y su sabor, extrañaba su calor y su rostro, su cuerpo y su voz, ahora lo tenía, y todo su malhumor desapareció. Porque así eran juntos, una relación extraña y difícil, pero se amaban con todo el corazón aunque no lo admitieran.

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¡30 Días OTP, versión TomTord!Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt