Capítulo 25: El Valle del Silencio

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En ese lugar no solo nos encontramos a las chicas, sino que nos topamos con cientos de soldados de Radu y al él mismo en persona junto a Mallqui.

Oliver acompaño a los Honi que nos escoltaban que fueran a informar que Mallqui había llegado nuevamente al primer reino, Felicity hizo lo mismo con los dragones que las escoltaban, Mia fue por el Grimhold esperando que Gabriel estuviera más tranquilo, Oliver y Felicity, Gabriel y Mia, y yo y Bella, eran las parejas con las que nos uniríamos para luchar en la guerra, así que cada uno tomo lo necesario para unirse y partieron, Bella y yo seriamos a los primeros que Mallqui se enfrentaría.

-Estás listo – me pregunto Bella.

-Por supuesto.

Junto invocamos el fuego celestial acorralando a la mayoría de los soldados, después cree dos espadas de fuego de color azul, salte al centro de los soldados restantes y comencé a pelear con ellos debido a que ya tenía experiencia luchando con una desventaja de miles a uno, Bella lanzaba hechizos evitando que los soldados la rodearan, no paso más de unos minutos y juntos destruimos un gran número de soldados, cuando regresaron Gabriel y Mia, me reuní con ellos continuando con la pelea de espadas con ellos.

-Gran idea usar la táctica de la batalla de las termopilas – me dijo Gabriel – pero por qué no se unen sería más fácil y no perderíamos tanta energía con los soldados.

-Mallqui aún no sabe que podemos unirnos así que utilicemos eso como un elemento sorpresa.

-Me alegra ver que estas mejor.

-Sí, ese tiempo en el Grimhold me ayudo a darme cuenta que estaba furioso con Mallqui y no con ustedes.

La batalla continua cada vez que destruíamos a un soldado diez más lo remplazaban, el fuego celestial se consumía rápido y era difícil lograr mantenerlo en el primer reino así que nos reprimiríamos a usarlos en caso de estar vulnerables, los demás usaban espadas de relámpagos ya que eran un tanto más destructivas, además de hechizos claro.

Mallqui realizaba un ritual el motivo lo desconocíamos, pero era evidente que era poderoso, jamás se había visto a Mallqui poniendo tanto empeño en algo, a medida que la pelea avanzo una grieta se abrió del suelo y de ella emergió una figura de sombras.

Después de unos minutos de lucha Oliver y Felicity llegaron con un ejército de mil Honi y mil dragones, junto a ellos la pelea se redujo muy rápido, una débil esperanza nos llenó, podemos ganar. Amanece y los soldados comienzan a dudar que puedan con nosotros solo espadas, así que recurren a la magia, hechizos devastadores, bestias traídas del infierno y fuego infernal.

El tiempo deja de importar, los dragones quemaban a todo lo que tuviera el aroma del infierno; el día no se detiene, perdemos a pocos, pero cada muerte es nuestra familia; al caer la noche las tropas de Radu por fin caen, y con ellas los Honi y dragones se retiran con sus compañeros caídos.

Nos acercamos poco a poco a Mallqui, Radu y a aquel sujeto misterioso, al estar a menos de cien metros, nos unimos para no tener el riesgo de ser tomados por sorpresa; como dicta la naturaleza el macho es más fuerte que la hembra por lo que al unirnos, el cuerpo de las chicas desaparecía y los hombres, se nos iluminaban los ojos y las cabezas y puños se rodeaban de fuego.

Radu fue el primero en atacar, sus instintos eran muy agudos, miles de años en el infierno, le ayudaron a predecir algunos de nuestros movimientos, a pesar de eso dábamos golpes que hubieran destruido a cualquiera, pero su factor de curación era muy poderoso, no paso mucho cuando Mallqui se unió a él, el otro sujeto se mantenía en las sombras.

Mallqui era diez veces más bestial que cualquiera de sus generales, ella no tenía nada que perder así que se necesitó que Gabriel y Oliver lucharan juntos para poder detenerla, yo termine con Radu, Mallqui nunca retrocedió se sentía muy confiada como si en cualquier momento alguien todos nos fuéramos a cansar y aceptar la muerte. Y algo parecido paso, aquel hombre misterioso saco de la nada dos hachas atadas a cadenas y se unió a la lucha, manejaba las hachas con gran facilidad, ellas le respondían hasta con lo más mínimo movimiento, ese sujeto acertó cada golpe que lanzo todos considerables y profundos, esos golpes no tardaron en hacer estragos, nos debilitábamos a cada momento, existió un golpe que le dio a Oliver justo a la mitad del pecho dejándola clavada, por lo que algunos fragmentos del hacha se incrustaron en su cuerpo. Mallqui y el hombre se apartaron, nosotros nos separamos sin estar más debilitados aun que si con heridas, pero Oliver y Felicity tenían la misma herida de hacha en el pecho, Mallqui tomo un momento para disfrutar su victoria, luego dijo orgullosa.

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