𝟏𝟑. 𝑻𝒉𝒆 𝒄𝒓𝒐𝒔𝒔 𝒐𝒇 𝑺𝒂𝒏𝒕𝒐 𝑫𝒐𝒎𝒊𝒏𝒈𝒐.

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𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟏𝟑; 𝑳𝒂 𝒄𝒓𝒖𝒛 𝒅𝒆 𝑺𝒂𝒏𝒕𝒐 𝑫𝒐𝒎𝒊𝒏𝒈𝒐.

El camino a Goat Island era sinuoso, lleno de barro húmedo debido a las recientes lluvias y cientos de árboles entrometidos

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El camino a Goat Island era sinuoso, lleno de barro húmedo debido a las recientes lluvias y cientos de árboles entrometidos. Y desde luego, recorrer todo eso con la caravana de John B fue una de las peores ideas que pudieron haber tenido.

Goldy se bajó mareada, con la ayuda del rubio, quien no le había dejado levantarse de su regazo durante el recorrido.

—Solo aviso que esta zona está repleta de caimanes, así que quiero que estéis atentos. No me apetece tener que salvar vuestro cuelo de una mamá caimán.

—Nadie va a pisar a ninguna mamá caimán, JJ. Miden más de un metro.

—Oh, no lo digo por tí. Tengo tu culo muy bien vigilado—dijo el rubio dándole una palmada. Ella saltó en su sitio, abriendo la boca indignada por la fuerza que había usado. JJ sonrió con inocencia y salió corriendo en la dirección contraría—. ¡Lo siento, lo siento!

—¡Espero que la mamá caimán te coma!—gritó Goldy, masajeando su trasero. Kiara soltó una risa a sus espaldas y rodeó los hombros de su amiga con aprecio.

—Ya veo que os va muy bien. ¿Habéis...ya sabes?—alzó las cejas—. Oh dios mío, ¡Te acabas de poner muy, muy roja!

—¡No grites!—dijo ella, apretando los dientes y pidiendo que bajara el volumen —. Y no, no lo hemos hecho. Solo...Bueno, nos hemos tocado un poco.

En realidad, se habían tocado bastante. Y lo que ocurrió la noche anterior fue algo más que unos simples toqueteos, pero a la chica le daba vergüenza hablar del tema.

—Entonces, ¿Aún no te la ha metido?

—¡Kiara!—chilló con los ojos abiertos como platos. Pope, a unos metros más adelante, les mandó a callar con un semblante serio—. ¿Qué ocurre?

—Tenéis que ver esto.

Había dos grúas frente al roble del Ángel. Y no solo eso, Limbrey estaba allí junto a su guardaespaldas. También Rafe Cameron.

—Es aquí. El manto está en la cruz, que está enterrada al pie del árbol—dijo Limbrey—. Es el sitio correcto.

—¡Aquí solo hay un ataúd!

—¡Denmark enterró la cruz en un ataúd, qué genio!—dijo la mujer—. Sacadla con mucho cuidado. ¡Es frágil!

Los trabajadores se acercaron a realizar la petición, con herramientas en sus manos.

—¿Qué se supone que vamos a hacer?—susurró John B—. Tienen la cruz.

—No lo creo—dijo Goldy, con las cejas juntas—. Chicos, ¿Es que no recordáis los dibujos? Es imposible que una cruz de tal tamaño consiga entrar en un ataúd.

ACHILLES HEEL➵ Outer BanksWhere stories live. Discover now