𝟔. 𝑹𝒆𝒈𝒂𝒓𝒅𝒔, 𝑪. 𝑳𝒊𝒎𝒃𝒓𝒆𝒚.

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𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟔; 𝑺𝒂𝒍𝒖𝒅𝒐𝒔, 𝑪. 𝑳𝒊𝒎𝒃𝒓𝒆𝒚.

ERAN LAS SIETE Y DOCE DE LA MAÑANA CUANDO LA ALARMA DE GOLDEN SONÓ DESPERTANDO al rubio de golpe, un poco asustado y desorientado

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ERAN LAS SIETE Y DOCE DE LA MAÑANA CUANDO LA ALARMA DE GOLDEN SONÓ DESPERTANDO al rubio de golpe, un poco asustado y desorientado. Cuando entendió lo que ocurría, estiró la mano sobre el cuerpo de la chica para apagarlo, puesto que ella seguía durmiendo a pesar de el horrible ruido que producía. Goldy y las alarmas no se llevaban bien, era por eso que tenía varias establecidas con minutos de diferencia por si la primera no funcionaba. Eran un total de quince y el tuvo que anular todas antes de que sonaran..

Observó como dormía plácidamente con el cabello despeinado cubriendo su rostro. Se apoyó en su codo derecho y con la mano libre apartó los mechones de su cara, dejando a la luz unos preciosos labios hinchados y mejillas repletas de pecas, las cuales se extendían hasta el inicio de su cuello. Sin poder contenerse inclinó el rostro, posando sus labios en aquella zona y dejando suaves besitos sobre cada peca. Ella se removió, soltando palabras y balbuceos sin sentido

El rubio sonrió y decidió continuar con su tarea. Porque, ¿Qué mejor forma de despertar a alguien que con besos matutinos?

Dejó unos cuantos en su barbilla, descendiendo hasta la parte central de su cuello donde estaba la nuez. A partir de ahí añadió su lengua, dando besos juguetones y pequeñas mordidas. Goldy volvió a moverse, soltando un suspiro de plena satisfacción.

—JJ, ¿Qué estás haciendo?—dijo con voz soñolienta acariciando el pelo del chico sin apartarlo. Se sentía bastante bien—. Son las siete de la mañana.

—Corrección, son las siete y dieciocho—sacó la cabeza de su cuello, conectando miradas—. La alarma sonó hace un rato, pero como no te diste cuenta he tenido que usar mi gran intelecto y encontrar una nueva forma de despertarte.

—¿Con besos?—susurró, sonriendo de lado—. Tengo que admitir que no me desagrada.

—Pues claro que no, sé muy bien lo que hago.

—En serio, te pones muy engreído en las mañanas—dijo, mordiendo su labio cuando volvió a utilizar la lengua—. Por mucho que me guste esto, tenemos que ir a clase, JJ—el se separó con un lindo puchero en los labios—. Lo siento mucho, vaquero. Pero el deber nos llama.

—¿No podemos faltar?

—No, tenemos que ir.

—Pero no quiero ir, tenemos historia a primera hora—soltó un bufido, escondiéndo la cabeza dentro de la camiseta de Goldy. Ella soltó una risa debido a las cosquillas que le producía su pelo e intentó a apartarlo, pero el se sujetó con fuerza a sus caderas, negándose a separarse un solo centímetro—. Aquí dentro se está muy cómodo, me gusta más la idea de quedarme así durante toda la mañana antes que ir a clases. ¿Qué opinas?

—Opino que es una malísima idea si quieres aprobar historia.

—Ya, claro. La voy a suspender igualmente. Por cierto, bonito sujetador. ¿Es de encaje?

ACHILLES HEEL➵ Outer BanksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora