24

1.6K 105 7
                                    


Recomendación : leer este capítulo oyendo "Keeper" de Reignwolf.

Recomendación : leer este capítulo oyendo "Keeper" de Reignwolf

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

C a p í t u l o : 2 4

Sostengo la mano de Maggie mientras caminamos entre las tumbas. Ella se aferra a mí con la misma fuerza para que ninguna vaya a caerse encima de una lápida.

-¿Cuánto falta? -pregunta agitada.

-Estamos en la altura ocho... Es la siguiente, en el pasillo seis.

Jalo su cuerpo y luego de un par de otras vueltas, llego a la altura nueve. Me quedo frente a aquella lápida, sin saber qué decir o qué hacer.

Puedo oír la respiración de Maggie detrás de mí, y sé que no estoy sola. Me estiro y limpio la fotografía que hay junto a su nombre.

Connor Richmond: 1985-2004
Amado hijo, hermano y padre.

Padre...

En su foto luce igual que en las que me mostró mi madre. Sin seguir notando otros detalles, me inclino y dejo sobre la lápida el ramo de flores que he comprado en el camino.

Apoyo mi cabeza sobre el hombro de Maggie cuando se para a mi lado.

-Es raro. -digo, sin otra emoción que no sea la melancolía.

-¿Crees que hubiera sido mejor que Rick?

-Cualquier cosa hubiera sido mejor que él. -la miro y le sonrío antes de besarla en la mejilla. -Gracias por haberme acompañado.

Toma mi mano y volvemos por el mismo lugar.

-¿Por qué no le pediste a Edmon que viniera contigo?

Suspiro y me encojo de hombros.

-La muerte de Raze es muy reciente y arrastrarlo a este lugar lo hubiera hecho pedazos. Sé que necesita tiempo para procesarlo, me pidió dejarlo solo durante unos días para que pueda asimilar todo lo que ha ocurrido.

-¿Cuántos días van?

-Cinco. Aunque me ha enviado mensajes por las mañanas y todas las noches. Lo echo de menos.

Joder, lo echo tanto, tanto de menos. Pero entiendo que necesita su propio espacio algunas veces.

-¿Quieres un helado? -pregunta cuando salimos al aparcamiento y caminamos hacia su coche.

-¿Pagas tú?

Sonríe y asiente con la cabeza. Pone música en el radio y retrocede para sacar el coche de ese lugar.


••••


-¡Me han aceptado! ¡Me han aceptado!
Salto y grito por toda mi habitación y mamá se asoma por la puerta, agitada como si hubiera corrido una maratón.

Lado Peligroso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora