Antes Del Desastre- Kawaki (Next Generations) TWO VORTEX

¿No soy humana?

- Es muy tarde, Mitsuki. ¿Traes compañía?

Una voz siseante y siniestra se acercó a ellos. Orochimaru, con su aspecto de serpiente humano y pelo negro largo, con unos ojos amarillentos había posado su mirada en Nimue.

- Padre, hemos venido por algo importante que sólo tú puedes dar respuesta.

- Que halagador. ¿A qué se debe su visita, niña del pelo de fuego?

- "¿Me habla a mi?"

Nimue se sentía nerviosa y le costaba mirar a los ojos de Orochimaru.

- Si es tan importante empecemos ya con ello.

- Me llamo Nimue. - Dijo. - He venido porque Mitsuki me dijo que usted sabe sobre unos seres llamados dragones.

Los ojos de Orochimaru se extrañaron al oír eso.

- ¿Qué sabes tú de dragones, niña?

- Yo no sé nada de ellos, pero, - Sacó el rollo de papel y se lo mostró. - Usted si sabe, ¿No es cierto?

Orochimaru se quedó callado por unos momentos y luego dijo serio;

- ¿Qué quieres saber de ellos?

- Quiero saber que significa ese papel, quiénes eran los dragones, y porque nadie tiene más rollos como éste.

Orochimaru observó los ojos de Nimue atentamente, deduciendo que su curiosidad por los dragones era algo importante y que debía darle una respuesta.

Dejó el papel sobre la mesa, estirado, lo comprobó unos instantes y después dijo;

- Los dragones son seres extintos. Antiguamente se consideraban dioses de destrucción con el poder que tenían. Eran respetados por las serpientes gigantes quienes los tomaban como dioses o ejemplos a seguir. Pero las serpientes que adoraban a los dragones, sólo lo hacían porque querían ser como ellos.

Orochimaru enseñó un libro que tenía guardado en un estante, sobre la historia de los dragones y las serpientes gigantes.

- Las serpientes sólo quisieron aprovecharse de los dragones, ya que ellas también poseían esa forma de dragón, pero no tenían grandes poderes elementales como ellos. La envidia las corrompió.

Nimue observaba en el libro junto a Mitsuki como las serpientes gigantes luchaban contra dragones alados y serpenteantes.

- Todo ésto dio lugar a la guerra de serpientes y dragones. - Hizo una pausa. - Después de eso, lo único que nos quedó de los dragones fueron los escritos antiguos que se sabían sobre ellos y la historia que acabo de contar.

- Tu trataste de obtener el poder de los dragones, ¿No es así, padre?

- Sí, Mitsuki. Pero no hubo forma de encontrar ningún Jutsu que pudiera coincidir con mi chakra y células vitales.

- Un momento, ¿Has dicho que coincidiera con tu chakra?

- Sí. El poder elemental de un dragón es completamente diferente a cualquier animal de invocación, sus células su esencia vital, lo hacen ser algo más parecido a un dios. No cualquiera puede usarlas con éxito en su ADN.

- ¿Tú trataste de implantar células de dragones en tu cuerpo, Orochimaru?

- No células, porque no las tengo. Pero si encontré jutsus prohibidos que estuve investigando largo tiempo. Con el paso de los años sólo me olvidé de ellos y me convertí a lo más cercano que puede ser una serpiente.

- "Orochimaru fracasó en intentar tener el poder de un dragón..."

- ¿Cómo has obtenido ésto?

Señaló el rollo de papel.