Capítulo 16

3.4K 219 159
                                    

Apenas pude dormir, y no por el resfriado. De hecho, creo que lloré tanto esa noche que ya no me quedaban más mocos.

Además, que Suki estuviese mal no me dejaba demasiado tranquila. Fui varias veces a su habitación para ver si necesitaba algo, y al final me acurruqué con ella y decidí escuchar la historia por quinta vez. Igual así se desahogaba o llegaba a entender cómo demonios no quería salir con un chico tan bueno como Liam.

—¿Entonces...? —insistí. Ella se limpió las mejillas con la manga del pijama y cogió aire para hablar.

—Liam me pidió salir, oficialmente. Me dijo... bueno, que tenía ganas de presentarme a su familia. Y, Live —me miró dramáticamente, asustada —, yo no he conocido jamás a la familia de mis ligues. Jamás. Joder, ¡siento que estoy a punto de casarme!

—¡Pero qué dices! ¡Solo sería una cena! Solo... debes ser amable con ellos y ya está —le dije —. No puedo entender por qué puñetas te empeñas en no querer nada serio con nadie. No lo has probado.

—Porque no quiero desilusiones ni llorar por un tío. No. Me niego. Y, no me malentiendas, Liam es genial. Ese es el problema. Yo no estoy con chicos geniales —me explicó. Le miré confusa —. Bueno, a ver, Brenton es el siguiente chico más genial con el que he estado, pero es que Liam... —suspiró, frotándose la cara —. Sabía que llegaría este día. Y lo peor es que me he encariñado.

—Pues déjate llevar, ¿Por qué tienes que aferrarte a la idea de que es mejor como estáis si tú también estás a gusto con él? ¡Liam te gusta mucho!

—¡Claro que me gusta mucho! —resopló, angustiada —. ¿A quién no le gusta? ¡Es encantador!

Se pegó con el cojín en la cara y yo ahogué una risotada. Suki estaba como una regadera.

—El mejor consejo que puedo darte es que te dejes llevar. Quizá es algo pronto para conocer a sus padres. Si te agobia la idea, coméntaselo. Seguro que lo entiende. Y... no estés incómoda en la cena. Sé tú misma y compórtate con él como si no te hubiese pedido nada, ¿Vale?

Ella asintió, aunque no parecía muy segura.

—Yo estaré ahí —sonreí —. Por si necesitas esa dosis extra de abracitos o sermones como estos.

Se aferró a mi y me estrujó entre sus brazos.

—A veces no te digo lo mucho que te quiero y no te lo mereces. Gracias, Live. Necesitaba esto.

Era cierto, nos decíamos muy de vez en cuando lo mucho que nos importábamos, y la verdad es que después de lo hecha mierda que me sentía, aquello lo sentí muy necesario.

—¿El qué? ¿Una pesada diciéndote que Liam es el mejor chico con el que saldrás en toda tu vida? —vacilé, y ella soltó una carcajada.

—¡Es que el capullo no me lo pone fácil! —lloriqueó —. ¡Yo quería seguir con mi tapadera de tía dura!

No sé en qué momento se quedó dormida, pero debía de estar agotada después de tanto llorar. Me sentí mal por ella. Creo que a veces le daba miedo el compromiso porque siempre se había cerrado en banda a esa idea y, puede que en el pasado alguien le hubiese tratado mal y ahora tuviese esa espinita de "¿Y si vuelve a pasar?".

Decidí no contarle lo de Maxon. En una semana nos íbamos a la casa del lago y ahí tendría tiempo de sobra para desahogarme y contárselo con tranquilidad. Aunque fuésemos a verlo la noche siguiente en la cena de nochebuena, prefería dejarlo así. Algo entre nosotros dos. Aunque ese "algo" solo fuese un secreto. Un maldito beso. Un porrón de sentimientos.

SIZIGIA ©Where stories live. Discover now