¡¡ES HOY!! ¡¡ES HOY!!
Después de esperar meses hoy es treinta y uno de octubre, mi cumpleaños numero diecinueve. Desperté sonriendo, imaginando todo lo que pasaría en el gran día, seria increíble, me dirigí a la ventana para ver el clima, había sol, pero estaba fresco, mi día perfecto en eso escucho un sonido en la puerta.
- Feliz, muy feliz cumpleaños a mi bebé – dijo cantando mi papá llevando en sus manos un pequeño pastel de chocolate con fresas encima, uff amo el chocolate
- Feliz cumpleaños Mimor – dijo mi mama dándome un abrazo – mi chiquita ya tiene diecinueve – me miró fijamente – ya deja de crecer, por favor tú me dijiste que siempre ibas a estar chiquita
- Lo siento mamá – dije encogiéndome de hombros
- bueno pide tu deseo
Me acerqué al pastel, cerré mis ojos para soplar la vela y pedir mi deseo.
- Bravo – dijo mi papá aplaudiendo
- ¿Qué pediste?
- Mamá eso no lo puedo decir
- Todos los años me decías lo que pedias, pensé que este año sería igual
- Pues este año es diferente
- Exacto – dijo papá – bueno te esperamos abajo, tus hermanos te tienen una sorpresa
- Espera, ¿se levantaron temprano, en sábado? – dije sorprendida
- Lo hicieron por ti – dijo él, sonreí entusiasmada
Mis hermanos eran tan detallistas cuando se lo proponían, eso amo de ellos no los cambiaría por nada.
- Bueno te esperamos abajo
- Si claro
Estaba tan feliz, todo iba genial, me quede pensando es mi deseo un momento, era lo que más quería en el mundo, lograr ser una gran diseñadora, y sé que lo lograría. Deje mis pensamientos y me acerque al espejo para acomodarme el pelo en un moño y me dirigí hacia abajo.
- ¡SORPRESA! – gritaron mis hermanos
No lo podría creer ellos me habían hecho el almuerzo, mi favorito, avocado toast, tocino a un lado con jugo de naranja. Te das cuenta de lo importante que eres para las personas, en esos momentos.
- Feliz cumpleaños sis – dijeron mis hermanos acercándose a abrazarme
- Gracias, todo se ve delicioso
- Bueno a comer que ya tengo mucha hambre – dijo mi papá sin apartar la mirada de la comida
- Ay papá, tan típico de ti – dije riendo
Nos sentamos a comer todos en familia, platicamos, reímos, comimos pastel, disfrutaba esos momentos, todo era perfecto.
- Te tenemos un regalo – dijo Ilai
- ¿enserio? No tenían que darme algo esto es suficiente
- Claro que si, en un momento volvemos – salieron corriendo hacia arriba
- Mmm que podrá ser – dije poniendo mi dedo en la barbilla
- Nosotros no tenemos ni idea, ni una pista nos dieron – llegaron mis hermanos corriendo y se pararon frente a mi y me dieron una caja envuelta con papel rosa y un moño amarillo, mis colores favoritos, habían pensado en todo.
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Hojas de otoño
Teen Fiction¿Quién lo diría? Qué una chica como yo encontraría el amor justo al lado de casa en una tarde de otoño. Jamás hubiera imaginado que Leo Sandoval cambiaría tanto mi vida, bueno en realidad fue mutuamente, llegó justo en el momento donde yo era un des...
