-Miren -exclamó Jack, alzando la voz cuándo había entrado a la sala-. Vamos a comer y después dormiremos. Ahora cómanse un chocolate y relájense.

-Muy bien -la rubia se dio media vuelta dirigiéndose a la cocina-. Pediré comida china, y nadie tiene derecho a protestar.

Todos teníamos la boca llena de comida, pero los chicos eran unos cerdos, la comida se les resbalaba de la boca y tenían salsa por la comisura de los labios, las mejillas, la barbilla, etc. Conclusión; estaban embarrados de salsa.
Mérida tuvo la gran idea de agarrarlos desprevenidos, sacando su celular para tomarles varias fotos, de las cuales nos terminaríamos riendo.
Después las imprimiríamos y se las entregaríamos a todo aquel que pasara, y así se acabaría su imagen de chicos populares y guapos. Según la escuela.

-Según yo odiaba la comida china -anunció Hiccup, que se pasaba una servilleta por la barbilla y las comisuras de sus labios antes de volver a lanzarse por su comida.

-¿Qué harás con Astrid? -preguntó Kristoff.

-Yo... -El castaño se quedo algunos segundos en silencio, después de resoplar y encogerse de hombros-. Creo que terminaré con ella. ¿Llegar a tal punto de golpear a Mérida?

-Y a éste punto seré el único que tendré novia. -Jack rodó los ojos.

-Bueno, creo que te olvidas de mí -dijo Eugene interrumpiéndolo.

-Pero es qué sus novias no han echo nada malo -opiné deteniéndome para después seguir comiendo.

Los chicos miraron a Jack de reojo, el peliblanco se encogió en su asiento, rascándose la nuca nervioso y bajó la mirada, para evitar que lo miraran.

-¿Y esas miradas? -preguntó Rapunzel, al parecer todas nos habíamos percatado de lo mismo.

-Lo que sucede es que Jack es un idiota.

-¿Y por qué lo dicen?

-Tooth lo engaña, y lo sabe -explicó Euegene-. Pero no le da importancia, por qué no la quiere, sólo la quiere para... ya sabes.

-¿Sólo por eso? -preguntó Mérida al mismo tiempo que una mueca se dibujaba en mi rostro-. Bueno, si no la quieres deberías terminarla.

-Más fácil no puede ser -susurró Hiccup riéndose por lo bajo.

-Es un poco difícil -trató de explicar Jack.

-No lo es, es fácil. Ya te hemos dicho millones de veces que la dejes.

-Y mañana mismo lo harás -dijo Hiccup atrayendo todas las miradas hacia él-. Creo es hora de que nos libremos de ellas.

-Excepto yo, estoy bien con ella. -Eugene sonrió, que miraba fijamente a Rapunzel.

-Y si dejas a Tooth estarás libre para la que quieras -traté de opinar, sin saber bien a qué lado se dirigía la conversación.

-Bueno, si dejo a Tooth, estaré libre para ti, nena. -Me guiñó y su voz estaba pintada con un gran sarcasmo.

-Oh Jack, cuídate, la acabas de echar a perder.

-Si me vuelves a llamar nena te juro que te mato.

-¿Por qué, nena? -preguntó divertido de la situación.

-Deja de llamarme así.

-No, nena.

-Jack -le habló Rapunzel, con un tono de advertencia.

-Nena -cantó él.

Disimuladamente agarré una cuchara de plástico, gracias a Dios él no estaba viendo mis movimientos. Siguió cantando, y en ese momento la cuchara que descansaba en mi mano salió disparada a la frente de Jack. Le hizo un corte, un corte profundo y después mucha sangre le estaba rodeando el rostro. Abrí los ojos lo más que pude, no pensé que una cuchara le podría hacer eso.
Solamente pensaba que le pegaría.
Todos se acercaron rápidamente a ayudar y limpiar a Jack. Pero yo me quede ahí, sentada mirándolo.

La sangre le escurría de la frente y después el olor me llego.
Empecé a ver puntitos por todos los ojos y me mareé.

-¡Elsa! ¡No veas! -Advirtió mi hermana lo que estaba pasando.

Pero ya era muy tarde, ya la había visto y el olor metálico de la sangre ya me había llegado. Era tarde ya que caí en el suelo y todo a mi alrededor se volvió oscuro. Y de nuevo dejé que mi fobia a la sangre me ganara.

😏😊😏😊😏😊😏😏😊😏😊😏😊
Hellow, ¿alguien recuerda a la cuchara asesina de Elsa? :'3. Regresó❤️🙈

Amor por el Proyecto. (Jelsa, Kristanna, Mericcup, Eugenzel) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora