Después de la maravillosa noche que habíamos pasado en navidad, no esperaba que Billy quisiera verme de nuevo al día siguiente.
A las siete de la tarde, me recogió y me llevó a su casa.
Me preparó la cena.
Investigó cual era mi plato favorito y me lo hizo.
Espaguetis a la carbonara.
Estábamos sentados en el sofá, comiendo entre risas mientras una película a la que no prestábamos atención sonaba de fondo.
- ¿Enserio no crees en el amor verdadero? -pregunté sorprendida y indignada.
- Creo en nosotros, en que tu has hecho que vuelva a creer en el amor. -dijo él mirándome como si yo fuese la única persona en el mundo.
- ¿Soy tu amor verdadero, Hargrove? -le dije acercándome de forma burlona a él.
- Eres mi alma gemela, Heather Wheeler. -dijo él siguiéndome el juego.
- ¡Nos lo dijo un farolillo, hay que creer en eso! -grité y los dos reímos.
- ¿Crees que seguirá por alguna parte? -preguntó él.
- Puede que esté en el espacio. -dije yo encogiéndome de hombros.
- Nuestro farolillo por el espacio y tu sigues sin querer ser mi chica. -dijo él indignado.
- ¿Seguro de eso? -pregunté con una sonrisita.
- Heather, no juegues, sabes que me muero por que seas mía. -dijo él, esta vez serio.
- Lo he sido desde el primer momento. -dije yo mirándole a los ojos.
- ¿A pesar de todo? -preguntó él sorprendido.
- A pesar de todo, Billy. -aseguré yo.
Él soltó su plato en la mesa y me quitó el mío de las manos, luego me cogió y me sentó en su regazo.
- Dilo. -pidió con la sonrisa más preciosa que había visto nunca.
- Soy tu chica. -sonreí.
Billy me apretó con fuerza, abrazándome como nunca lo había hecho, sin dejar de sonreír.
- Mía. -susurró justo antes de que sus labios se estampasen contra los míos.
Ese beso fue diferente a todos los que me había dado.
Este estaba lleno de amor y suavidad, calma.
Era tranquilo y suave, como si quisiera quedarse ahí toda la vida.
Como si ninguno de los dos quisiera perder al otro nunca.
Sus manos se colaron por mi camiseta y acariciaron mi espalda, enviando escalofríos por todo mi cuerpo.
Su lengua se coló en mi boca y el beso se intensificó, volviéndose más descontrolado y rápido.
Mis manos descansaban en su pecho, aferrándome a su camiseta.
Billy me recostó en el sofá, quedando él encima de mi.
Sin dejar de besarme los labios, el cuello, todo lo que podía.
Se deshizo de mi camiseta y la dejó en el suelo, seguida de mis sujetadores.
- ¿No vendrá Max? -pregunté preocupada.
- Se queda en casa de su amiga. -dijo y siguió besándome, bajando por mis pechos y mi estómago.
Y mi mente se nubló por completo.
Billy jugó con mis pantalones hasta que los bajo, llevándose consigo mi ropa interior también.
Se quitó su camiseta y sus pantalones y sonrió.
- Mi chica preciosa. -susurró admirándome de arriba a abajo.
Sus dedos encontraron mi entrada, ya húmeda por todos los besos y se colaron en mi interior, soltando un fuerte gemido y arqueando mi espalda, causando que sus dedos entrasen más en mi.
- Joder, Heather. -gruñó Billy y sus labios volvieron a los míos mientras sus dedos me penetraban.
Los sacó de mi interior y se los llevó a la boca, chupándolos.
Yo gemí al verlo.
Se agachó para coger el condón de sus vaqueros y se lo puso.
Se colocó en mi entrada y empujó suavemente, sin dejar de mirarme a los ojos.
Yo me aferré a sus hombros.
Y el se aferró a mi cintura.
Y entró por completo en mi, llenándome entera, haciéndome sentir como si yo fuese lo mejor de su vida.
Su mano cogió mis muñecas y las colocó encima de mi cabeza, dejándome totalmente indefensa.
Y entonces sus embestidas empezaron a aumentar el ritmo y a ser más fuertes.
El cuerpo de Billy chocaba contra el mío con fuerza, mis pechos subían y bajaban al mismo ritmo y él los besaba a su antojo cuando le apetecía.
Yo gemía sin control.
- Billy.. -pedí casi sin aliento, me quedaba poco.
- Un poco más, preciosa, hazlo conmigo. -pidió él con la respiración acelerada.
Soltó mis manos y me levantó un poco le espalda, entrando aun más profundo en mi si es que eso era posible.
Yo solté un gritito, no aguantaba más.
Y me solté, justo en el mismo momento en que él también lo hacía.
Billy se apoyó en mi pecho, acariciándome el cuerpo desnudo con suavidad.
- Te quiero, Heather. -susurró.
- Yo también te quiero, Billy. -le contesté con una pequeña sonrisa en la cara.
Nos levantamos unos minutos después y nos vestimos.
Le ayudé a recoger los platos y la cocina.
Y después me llevó a casa.
Durante todo el camino dejó su mano reposando en mi muslo.
Y yo no fui capaz de quitarme la sonrisa estúpida de la cara.
Billy era mi chico, y esta vez no había apuestas ni nada de por medio.
Esta vez era todo real.
Y me hacía sentir como si flotase.
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Se acerca el finaaal, prepaaaarense chiquitaaas
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Siento que no haya capítulo de Robin hoy, mañana lo tendréis sin falta, he empezado clases hoy era mi primer día y he estado muy nerviosa y sin tieempo :(((
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Lie to me - Billy Hargrove +18
FanfictionUn chico nuevo en el instituto. Una apuesta entre Heather Wheeler y Steve Harrington. ¿Será ella capaz de hacer que el chico nuevo se enamore de ella? ¿O caerá rendida a sus pies como todas las demás? Heather Wheeler, la popular animadora del instit...