Farolillos +18

5.1K 242 142
                                    

Los cristales estaban empañados mientras yo me aferraba al reposacabezas del asiento del piloto.

Las caderas de Billy se levantaban al ritmo de las mías, creando un compás que me estaba volviendo loca.

Yo le daba la espalda, montándolo sin verlo.

Sus manos estaban en mis caderas, ayudándome con el ritmo.

Sus gemidos inundaban el coche y los míos se mezclaban con los suyos.

Había perdido totalmente el control de esa situación y mis piernas temblaban.

- Más rápido. -pedí entre jadeos.

- ¿Estás segura, preciosa? -jadeó Billy a mi espalda, dejando un corto beso en mi columna.

- Más rápido. -repetí mas fuerte.

Y él obedeció.

Su agarre en mi cintura se intensificó y sus embestidas fueron el doble de fuerte, haciendo que yo rebotase encima suya, a su antojo, completamente para él.

Billy rodeó mi cuerpo con sus brazos y con sus manos cogió mis pechos, apretándolos suavemente.

Hasta que él no pudo más y yo sentí como se dejaba llevar para hacerlo yo también.

Caí hacia atrás, apoyándome en su pecho, sudado.

- Esa es mi chica. -susurró él dejando un pequeño beso en mi hombro.

- Se suponía que teníamos que llegar pronto a mi casa. -dije en un susurro riendo.

Llevábamos una hora ahí.

- Quédate conmigo. -dijo él de repente.

Yo lo miré y sus ojos suplicaban que me quedase.

- Pero tengo que llamar a Nance. -dije accediendo.

Billy sonrió y me apretó más contra su cuerpo.

Un rato después, él estaba conduciendo hacia su casa.

Al llegar, no hicimos ruido para no despertar a su hermana, según él, sus padres estaban de viaje y solo estaba su hermanita Max.

Subimos a su habitación y me señaló un teléfono que había en la pared.

Yo fui y marqué el número de casa, rezando para que lo cogiese Nancy y no mamá.

- ¿Sí? -preguntó la voz dulce de Nancy.

- Menos mal, Nance, soy yo, Heather. -dije.

- ¿Dónde estás? -preguntó de inmediato.

- Estoy en casa de Billy, cúbreme, te devolveré el favor, te lo prometo. -pedí.

- Mamá está dormida, solo intenta llegar mañana temprano. -dijo ella y escuché como suspiraba.

- Estoy bien. -admití para calmarla.

- Ya sabes que no me fio mucho de Billy después de lo que pasó. -dijo ella.

- Voy con cuidado, nos vemos mañana, te quiero. -le dije apresurada al ver que Billy entraba en la habitación de nuevo.

- Te quiero, Heather. -dijo y colgó.

Billy me miraba desde la cama, con solo unos pantalones de deporte.

- Te he traído esto, puede servirte para dormir. -dijo él con una sonrisita.

Me acerqué a la cama y cogí lo que me había dado.

Una de sus camisetas.

Me metí en el baño que estaba en su habitación y me cambié, me lavé la cara y volví a salir.

Lie to me - Billy Hargrove +18Where stories live. Discover now